Un vecino de Hornachos (Badajoz) podría tener que pagar una multa de hasta 50.000 euros por haberse colocado a la retranca de una montería legalmente autorizada en el término municipal de Puebla de la Reina. La Guardia Civil le ha instruido diligencias como investigado por delitos contra la flora y fauna y por tenencia ilícita de armas, al comprobar que portaba una escopeta sin licencia y tampoco contaba con autorización del titular del coto.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes, cuando el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Hornachos realizaba un dispositivo de prevención del furtivismo y sorprendió a una persona con un arma en línea de retranca donde se estaba celebrando una montería. La línea de retranca es la franja de 1.500 metros en torno a la mancha en la que se desarrolla una acción de caza mayor y su práctica está prohibida por la Ley de Caza de Extremadura, salvo que la modalidad en cuestión se desarrolle en partes cerradas de cotos de caza.

El furtivo se dio a la fuga

Ante la presencia de los agentes, el furtivo emprendió la huida, pero fue interceptado momentos después, tras haber ocultado el arma entre la maleza. Los agentes localizaron la escopeta municionada, junto a otros cartuchos de bala, e identificaron al hombre.

Al comprobar su documentación, se constató que carecía de la preceptiva autorización del titular del coto y que estaba desprovisto de licencia de armas. Además, se averiguó que la escopeta la había cogido sin autorización de su legítimo propietario.

Ante estos hechos, la Guardia Civil le instruyó diligencias como investigado por un supuesto delito contra la flora y la fauna y otro por tenencia ilícita de armas. Las diligencias se entregaron en los juzgados de instrucción de Villafranca de los Barros.

El hombre se enfrenta ahora a una posible multa de entre 2.501 y 50.000 euros, según establece el artículo 87 de la Ley de Caza de Extremadura para las infracciones muy graves. Además, podría quedar inhabilitado para obtener una licencia de caza por un periodo de dos a cinco años.