El responsable del equipo de Conservación de Zimbabue que atribuyó erróneamente la muerte del león Cecil a un cazador español ha fallecido en Portugal, donde buscó refugio temiendo por su vida.
24/9/2018 | Redacción JyS
Johnny Rodrigues fue el naturalista que dio a conocer al león ‘Cecil’ y su muerte a manos de un dentista estadounidense en 2015, aunque sorprendentemente en primera instancia atribuyera la autoría de la supuesta cacería ilegal -después demostrado que no fue así– a un español.
En aquella época, desde su puesto de responsable de la organización naturalista Zimbabwe Conservation Task Force (ZCTF), respondió durante semanas a medios de comunicación de todo el planeta sobre las circunstancias que se iban conociendo acerca de la cacería del felino estrella del parque Hwange.
Rodrigues vivía ahora en Portugal. Allí se había refugiado del miedo que sentía a ser asesinado por su defensa empedernida de los animales en el continente africano, según informa ideal.es. Sin embargo, no ha sido el veneno que temía que le administrasen lo que ha acabado con él a los 69 años, sino un cáncer de colon. Un duro golpe cuando aún se estaba recuperando del fallecimiento de su esposa en 2016, ni un año después de todo el ajetreo que le supuso el caso ‘Cecil’.
Su hija le ha dedicado unas últimas palabras en Facebook
«La pérdida de un guerrero» es el título con el que uno de los tres hijos de Rodrigues, nacida en Madeira, titulaba la última entrada en el facebook del ZCTF: «Fue y siempre será una persona increíble, un héroe, un soldado, un defensor de los animales. Logró muchas cosas en su vida, fue miembro de la unidad de combate de élite Selous Scouts, compitió en automovilismo y obtuvo trofeos, jugó al golf ¡ay! no muy bien, jaja. (…) Manejó camiones de 30 toneladas en su negocio de transporte, era un luchador, un verdadero guerrero y protegía ferozmente a su familia. Entre todo esto, mi madre y mi padre encontraron tiempo para hablar en contra de las atrocidades contra la vida silvestre en Zimbabue. Condujo muchas veces al santuario natural de Imire para llevar leche a su amada cría de rinoceronte ‘Tatenda’, y al parque Hwange para llevar agua para los animales que mueren de sed. Hay tantos momentos que puedo recordar, tantos…», lloraba su hija.
Una muerte inesperada
La cruzada de Jhonny le había costado la enemistad del Gobierno presidido por Robert Mugabe -en el poder en el momento de la muerte de ‘Cecil’ y hasta hace un año aproximadamente- del que denunciaba su política medioambientalista. También le acusaba de enviar secuaces para «ocuparse» de él. Sin embargo, no han sido estos los que han acabado con su vida como el temiera, sino la gran epidemia del siglo XXI: el cáncer.
