Por Carlos Díaz y Carlos Sánchez (Doctores en veterinaria / Ciencia y caza)

Desde que en el verano de 2018 conociéramos los primeros casos de mixomatosis en liebres ibéricas en España la enfermedad ha ido avanzando hasta afectar a prácticamente todos los territorios lebreros de la Península y saltar a otros de las Islas Baleares.

La situación actual

Según un informe publicado en septiembre por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), durante la temporada 2019-2020 y hasta marzo del presente año se han detectado ejemplares afectados en 31 provincias de 11 comunidades autónomas.

También señala que, desde abril hasta septiembre de 2020, han sido confirmados en laboratorio 13 casos en siete provincias de cinco comunidades: Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura. A estos datos oficiales habría que sumar las recientes noticias publicadas en relación con la preocupante situación de la especie en las Islas Baleares, en la que se ha detectado un drástico descenso asociado a la aparición de la enfermedad en ese territorio que ha obligado al Consell de Caça a tomar medidas drásticas para la presente temporada que comienza, prohibiendo su aprovechamiento con escopeta.

¿Podemos ser optimistas?

Pese a que, aparentemente, los datos del informe publicado por el MAPA podrían invitarnos a contar con un cierto optimismo, por la aparente reducción del número de confirmados con relación a la temporada anterior, es necesario ser prudentes en su análisis. Debemos considerar que la situación de confinamiento provocada por el coronavirus, las restricciones al movimiento o las dificultades para llevar a cabo actividades presenciales han podido influir en la reducción de la comunicación del número de casos y el envío de ejemplares al laboratorio.

Datos preocupantes en Andalucía y Castilla-La Mancha

Los primeros resultados obtenidos por Mixolepus, el proyecto puesto en marcha por la Fundación Artemisan y en el que participa el propio MAPA, centros de investigación y laboratorios entre otros, indican que, por ejemplo en Andalucía, los cotos afectados por mixomatosis han perdido como media un 57% de sus liebres, y los censos realizados en Castilla-La Mancha durante el invierno-primavera de 2019 arrojan densidades medias de entre siete y ocho liebres por cada 100 hectáreas, mientras que en los primeros años del siglo XXI se superaban con facilidad la horquilla de 10-15 ejemplares por 100 hectáreas en muchos lugares de esta misma región.

El papel de los cazadores

Debemos ser responsables en la gestión de la liebre ibérica en esta temporada que acaba de comenzar y adaptar su aprovechamiento a la realidad de nuestro acotado, limitando sus cupos y modalidades para contribuir a que las poblaciones no se resientan y puedan, poco a poco, ir generando inmunidad frente a la enfermedad: el esfuerzo de hoy será la recompensa de mañana.

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