La mayoría de los andaluces consideran la caza como una actividad necesaria para el medio ambiente y el medio rural, según se desprende del estudio Opiniones y actitudes de la sociedad ante la caza en Andalucía elaborado por la consultora GAD3 para Fundación Artemisan y la Federación Andaluza de Caza.
Entre los principales resultados del estudio destaca que más del 60 % de los andaluces consideran que la caza es positiva para el mundo rural y es clave en su desarrollo económico, mientras que para más del 50% de la población la caza contribuye a la conservación de la biodiversidad y el medio ambiente. Todos estos porcentajes, según indica el estudio de GAD, superan la media nacional para esta misma pregunta.
El informe revela que para la mayor parte de los andaluces, la caza previene daños a cultivos, controla la expansión de enfermedades, evita que animales salvajes se adentren en núcleos urbanos y reduce el número de accidentes en carretera. No en vano, el 72% de los andaluces están a favor de utilizar la caza como herramienta de control de poblaciones.
En este sentido, casi el 57% de los habitantes de Andalucía asegura no estar dispuesto a pagar más impuestos para que la Administración Pública se encargue de controlar las poblaciones de fauna silvestre, una opinión mayoritaria en todo el territorio español.
Cabe señalar que 9 de cada 10 andaluces declaran estar preocupados por la progresiva despoblación de las zonas rurales y la conservación del medio ambiente. Ante esta preocupación, prácticamente 1 de cada 3 personas en Andalucía cree que los cazadores contribuyen a la protección de animales y a la conservación del medioambiente y, además, considera que lo hacen por encima de los partidos políticos y de la sociedad en su conjunto. Además, más del 60 % opina que la población del mundo rural es un actor principal de protección animal y del medioambiente, siendo la caza una herramienta fundamental en la fijación de población rural y en su desarrollo económico.
Este estudio, impulsado por Fundación Artemisan y las Federaciones de Caza, surgió ante el evidente aumento de la preocupación de la sociedad por el medioambiente, unido al distanciamiento entre una sociedad cada día más urbana y el mundo rural, lo que ha provocado que grandes decisiones que afectan a la España vaciada se tomen desde grandes ciudades.
«Estas conclusiones apuntan claramente que las decisiones políticas sobre la caza y el mundo rural ni pueden ni deben tomarse atendiendo a la presión de grupos minoritarios que defienden unos intereses concretos y que no cuentan con respaldo científico, técnico ni, como evidencian los resultados de este estudio, social» explica José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza, quien añade que «es el momento de que las Administraciones dejen de escuchar a la minoría ruidosa y tomen en cuenta al mundo rural en las decisiones que le afectan. De lo contrario las consecuencias para el medio ambiente y rural y la conservación serán devastadoras».