Luis Miguel Domínguez, presidente de la asociación Lobo Marley, ha sembrado la polémica en Twitter después de que se haya conocido la decisión de prohibir la caza del lobo en España. El polémico animalista ha publicado un tuit con el siguiente texto: «Noticia de última hora. Lobo Marley, ante las pataletas ganaderas y cazatas anuncia que tiene preparadas las motosierras, y que varios comandos están preparados para neutralizar casetas de la muerte y similares».

Hay que recordar que el Gobierno recibió a Luis Miguel Domínguez el pasado mes de octubre y le aseguró, según reconoció el polémico animalista, que el blindaje del lobo sería una realidad en España.

Recordamos que, en el año 2014, cinco miembros de Lobo Marley se grabaron a sí mismos destruyendo unos puestos de observación de fauna en un vídeo, algo que generó una profunda indignación en el mundo rural y por lo que fueron llevados a juicio.

En 2017 fueron absueltos en una polémica sentencia «por falta de pruebas» a pesar de que existían imágenes subidas a YouTube por ellos mismos en las que se les ve haciéndolo. Posteriormente, en 2019, el juzgado número 2 de Cervera de Pisuerga (Palencia) condenó a ‘Lobo Marley’ a pagar una multa por un delito de daños tras destruir este puesto de caza en Triollo, en el Valle de Lera.

YouTube video


La defensa de Lobo Marley afirmó en 2017 que las casetas que derribaron no son eran las que figuran en las denuncias objeto del procedimiento, sino otras emplazadas en otros parajes, pero finalmente no resultó ser así.

Lobo Marley también fue condenado a devolver la herencia de unos ancianos

Recordamos también el caso en el que el naturalista Álex Lachhein dio a conocer un escándalo judicial que afectó a Luis Miguel Domínguez. Se trataba de una historia que comenzó en Valencia, con dos ancianos hermanos -María Luisa y Mariano-, sin descendencia y dotados de cierto patrimonio, cuya intención era donar todos los bienes a una causa altruista, concretamente a la ayuda de perros y gatos.

Esta pareja de ancianos nombró a Luis Miguel Domínguez albacea de su herencia con el objetivo de que creara una fundación de ayuda a los animales. Él acabó transfiriendo parte del dinero a dos de sus empresas particulares sin permiso, según el juzgado de primera instancia número 11 de Madrid, por lo que fue obligado a devolver el dinero.

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