La enorme capacidad de mimetismo de las liebres nunca dejará de sorprender a los cazadores… ni a los perros. Su peculiar pelaje, con un color adaptado al entorno, la protege de los depredadores como el zorro o las rapaces; además, su enorme velocidad hace que, de ser descubierta, ésta pueda echar a correr con una increíble velocidad que en la mayor parte de las ocasiones le salva la vida.
Aunque la liebre que protagoniza el siguiente vídeo no echa a correr, sí que utiliza precisamente el mimetismo para intentar pasar desapercibida ante los galgos. Y lo consigue, aunque no logra hacerse invisible al ojo de los humanos, los cuales logran localizarla y grabarla. La filmación muestra a la rabona encamada y pasando totalmente desapercibida debajo de dos galgos que casi la pisan. Precisamente esa capacidad de mimetismo y quietud ante la presencia de sus depredadores es la otra virtud que hace que esta especie sobreviva en la naturaleza.
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Esta filmación recuerda al vídeo en el que un grupo de galgueros localiza una liebre tumbada y se acercan para que el más pequeño de la cuadrilla la vea. La grabación fue tomada en Villares de la Reina, a escasos cinco kilómetros de Salamanca. La rabona, confiada en su mimetismo, aguanta las caricias del pequeño durante un minuto hasta que deciden levantarla. Cuando se arranca, los cazadores esperan unos segundos y sueltan los galgos. A partir de ahí se inicia una frenética carrera durante la cual el animal se vuelve en varias ocasiones dando esquinazo a los perros para buscar el perdedero.
