Un padre y cazador de Extremadura ha denunciado el contenido de un libro escolar sobre zorros, de Editorial Algaida, que incluye información sesgada, similar a la propaganda de los partidos políticos animalistas que quieren prohibir el derecho a cazar.
27/3/2018 | Redacción JyS

Libro escolar de Editorial Algaida en el que se asegura que «afortunadamente» la caza de zorros está prohibida en Inglaterra, una información falsa.

Cuando el hijo de Pedro, de seis años, le enseñó el libro ‘Los zorros’ y le pidió que se lo leyera antes de ir a la cama el pasado viernes 23 de marzo, no imaginaba lo que se iba a encontrar las páginas. Este padre extremeño, que vive con su familia en una pequeña localidad de Badajoz cuyo nombre prefiere preservar, no daba crédito a lo que leía cuando alcanzó una página en la que se trataba la caza del zorro. El libro de su hijo, que debería ser educativo y didáctico, reproducía el mensaje propagandístico de los partidos anticaza.
Pedro, que es cazador y conocedor de la Naturaleza, no podía creer que Editorial Algaida, autora del libro, incluyese dos afirmaciones incorrectas acompañadas de una desagradable imagen en la que un perro posa con un zorro muerto en sus fauces junto a una frase en la que se puede leer: «en algunos países, como Inglaterra, la caza del zorro era hace años un deporte. Afortunadamente en la actualidad está prohibida». Esta frase forma, que podría parecer inocente, forma parte del argumentario propagandístico de partidos políticos anticaza y además es falsa.
La caza del zorro no está prohibida en Inglaterra, lo que se considera ilegal es perseguirlos con más de dos perros, una limitación que entró en vigor en 2004 para acabar con una modalidad con mucho arraigo en el entorno rural del país, mediante la cual los raposos se perseguían con caballos y rehalas de decenas de perros. Pero la caza de estos animales sigue siendo legal y necesaria para sus ecosistemas. El hecho de que Editorial Algaida añadiese la coletilla «afortunadamente» junto a la imagen del zorro muerto evidencia un intento de inculcar las posturas animalistas entre los más pequeños, lo que generó la indignación de Pedro.
Los zorros se cazan para controlar sus poblaciones y mantener un equilibrio en los ecosistemas. Diferentes estudios demuestran cómo su excesiva población perjudica a otras especies, incluso amenazadas.

En la misma página aparece otra afirmación que tampoco es cierta y en la cual Editorial Algaida asegura: «también son perseguidos por cazadores que buscan su piel para confeccionar abrigos». Tanto en Inglaterra como en la mayoría de los países europeos los zorros no son cazados por su piel sino por una cuestión de gestión de la naturaleza. Para estos fines existen granjas de zorros que proveen de piel a la industria peletera.
El objetivo de la caza del zorro no es una cuestión de negocio sino de conservación de la naturaleza. Las poblaciones de raposos no cuentan con otro depredador natural y es necesario regularlas por temas de salud pública, de accidentes de tráfico y de conservación de otras especies –incluidas algunas amenazadas– sobre las que depredan.
Un claro ejemplo de este caso lo encontramos en España con el urogallo o la perdiz pardilla, dos especies en franca regresión para las que los zorros suponen una seria amenaza. Así lo evidencia un reciente estudio, publicado en septiembre de 2017 en la revista Ecological Society of America, y titulado Range loss of a threatened grouse species is related to the relative abundance of a mesopredator, donde se asegura que «la abundancia de zorro tuvo el mayor impacto relativo en áreas que ya enfrentan un riesgo elevado de extinción de urogallos»

La Federación Extremeña toma medidas ante el libro escolar sobre zorros

Pedro, alarmado por lo que considera un «adoctrinamiento» en los discursos de los políticos anticaza, denunció el caso en redes sociales y se puso en contacto con Federación Extremeña de Caza para pedirle ayuda.
Jaraysedal.es se ha puesto en contacto con el presidente de esta federación, José María Gallardo, el cual ha asegurado «vamos a contactar con el colegio y con la Consejería para pedirle que retiren ese texto cuánto antes y exigirles que supervisen con mayor rigor los contenidos que se imparten en nuestras aulas. Además solicitaremos a Editorial Algaida que revise esa parte y lo corrija con información académica y no con clichés de grupos animalistas que no tienen nada que ver con la realidad de la naturaleza».