El presidente de la Federación Extremeña de Caza, José María Gallardo, desgrana en el siguiente texto qué aportará la nueva ley de caza de la región recientemente aprobada. 
16/4/2019 | José María Gallardo 
Desde la aprobación de la reforma de la Ley de Caza de Extremadura del pasado 21 de marzo, mucho se ha hablado de lo que implica para la caza y los cazadores de esta región. Sin ninguna duda, es una magnífica modificación que fortalecerá e impulsará al sector. Símbolo de ello es que enseguida salieron miembros de asociaciones ecologistas y animalistas a criticarla, una pena que, junto a ellos, también hubiera personas que jamás han cazado ni cazarán en un coto extremeño, mucho menos en uno social. Que la mayor oposición a esta Ley venga de gente que no es cazadora, o que aun siéndolo no pisan por esta tierra, me consuela bastante. A día de hoy nos hemos reunido con más de 60 sociedades de cazadores para explicarles la Ley y la realidad es que hemos obtenido un apoyo unánime.
Entrando en materia, que supongo que es lo que más le interesa a los lectores, y obviando las modificaciones más superfluas, la reforma de la Ley de Caza de Extremadura se caracteriza por impulsar la caza social, por vertebrar el sector de manos de la Federación, por hacer más económico y fácil el acceso a la licencia de caza, por creer en la profesionalización y formación del sector, o por reconocer una modalidad de caza históricamente demandada. 
Así, de ocho tipos de licencia de caza se pasa únicamente a dos. Se establece una licencia única (Tipo A), por un importe de 25 €, que faculta para la práctica de todas las modalidades (caza mayor y menor). Y si solo practicas modalidades de caza menor, tienes la opción de sacar la licencia Tipo B, por solo 10 €. Esto supone una importante simplificación administrativa, además de un ahorro económico considerable, estableciéndose bonificaciones del 25%, que podrán ser acumulables, para menores de 30 años, mujeres, discapacitados, familias numerosas y federados. 
Con la nueva Ley, para poder cazar en un coto social, deberás estar federado en la Federación Extremeña de Caza. Esta medida nos equipara con otras comunidades como Andalucía o Aragón y refuerza el papel de la Federación como eje vertebrador del sector cinegético en la región, dotándola de una mayor capacidad para afrontar los retos del futuro como la defensa frente a colectivos radicales anticaza, el fomento de las especies de caza menor, el relevo generacional, la incorporación de la mujer a la actividad cinegética, o la realización de numerosos proyectos de investigación, formación, y comunicación. 
Un grave problema que se soluciona con esta Ley es el acceso a las sociedades locales de cazadores. Se amplía el carácter de cazador local a aquellos familiares o afines de primer y segundo grado. Con esta modificación se garantiza la continuidad y viabilidad de los cotos sociales, y se impulsa la caza social y familiar. 
Por primera vez en nuestra región, se reconoce la caza del jabalí al salto, aunque no podrá practicarse hasta que se desarrolle en los reglamentos que regulan la Ley, exactamente igual que sucede con el resto de modalidades, perfectamente desarrolladas por Decreto. El primer paso, y el más importante, ya se ha dado.
La reducción de tasas para la posesión de aves de cetrería, el control de los perros fuera del ejercicio de la caza, o la profesionalización y formación del sector, son otras modificaciones que contribuirán a mejorar y garantizar el futuro de la caza en Extremadura.
Si quieres conocer más sobre esta reforma o sobre Fedexcaza, te esperamos en cualquiera de las jornadas comarcales que nos quedan por desarrollar hasta finales de octubre. O, como siempre, estamos a disposición del cazador en las oficinas de Navalmoral de la Mata y Badajoz.