Ricardo Vicente Corredera, adiestrador profesional, condecorado con la Orden al Mérito Civil por su labor como adiestrador canino de la Fundación ONCE del Perro Guía, ha sido otro de los prestigiosos profesionales que ha dado su opinión sobre la Ley de Bienestar Animal que pretende aprobar el Gobierno. Lo ha hecho en un vídeo compartido por el Proyecto Aristeo, una organización sin ánimo de lucro que nace a partir de la alianza de un grupo de cazadores comprometidos y enfocados en promover y revalorizar la actividad cinegética, así como el medio natural y la conservación de éste.
«Soy adiestrador animal desde hace 35 años; de perros sé algunas cosas e ignoro algunas otras, pero si hay algo en lo que tengo absoluta certeza es que para el bienestar animal no es necesario, sino contraproducente, tomar medidas como la castración, la restricción de la correa continuamente…», defiende Vicente.
«Un perro necesita ejercicio físico y en su medio natural»
Para definir el bienestar animal, recurre a la definición de la RAE: «La relación de equilibrio entre lo somático y lo psíquico». «Un perro necesita ejercicio físico y en su medio natural, que es donde va a demostrar y a ir hacia adelante con sus carreras y persecuciones al resto de la fauna. Qué absurdez eso de que un perro no puede molestar a otros animales en el campo… pero si eso está dentro del orden natural. Los animales tienen sus conflictos, sus competiciones, están siempre luchando por el entorno, por el espacio, por el refugio, la comida, las hembras… ¿y a quién se le ha ocurrido que hay que castrar a todos los perros? Eso va contra natura y les privamos de algo tan fundamental como es la reproducción», denuncia el adiestrador.
«Me parece que es una absurdez esta ley de malestar animal»
«Me parece que es una absurdez esta ley de malestar animal», sigue criticando Vicente. Y en cuanto al plano psíquico, «un perro demanda activación, relaciones sociales, estar con sus congéneres… tienen que interactuar de forma libre, y también necesita activar su mente en su trabajo, pastoreando, cazando y dejando que sus instintos fluyan», añade.
«Los perros tienen que estar trabajando hasta que tienen que dejar de trabajar», defiende. «Todo esto es un sinsentido que a los primeros que hará daño es a los propios animales», añade el adiestrador.