Los amantes de los coches clásicos que además se dan maña con la llave inglesa son capaces de hacer cosas increíbles. Es el caso del coche que mostramos hoy, un clásico en nuestros cacerías ideado por un aficionado a los coches de Manchester, que ha logrado hacer que su viejo todoterreno funcione con carbón.
En concreto, se trata de uno de los grandes coches de caza de toda la vida. Un Land Rover Defender original, todo un icono del automóvil famoso por ser poco menos que indestructible. En el vídeo se puede ver cómo su dueño lo ha transformado y en su morro la calandra ha desaparecido. Además, entre las dos aletas se aprecia el frontal de la caldera simulada de locomotora, con el logotipo de Land Rover y una chimenea que evacua el humo.
Según se puede ver en el vídeo de Drive Tribe, el proceso de arranque del coche es tan largo y tedioso como en una locomotora de este combustible. Con la caldera a pleno vapor, el Defender no pasa de las 12 mph (unos 20 kilómetros por hora). Los primeros Defender no pasaban los 80 kilómetros por hora como máximo, pero en este caso es una velocidad demasiado lenta. A ese ritmo, tiene un consumo de 45 kilogramos de carbón a la hora.
«Todos necesitamos un hobby y a mí me gusta hacer cosas difíciles», señala en el vídeo el hombre que conduce el vehículo, que compró por 4.000 libras -unos 4.600 euros- después de que lo tuviesen abandonado. No obstante, como se habrán podido imaginar no deja de ser una idea ocurrente pero no rentable…