El canal de caza gratuito Cazaflix cuenta en su parrilla con un documental en el que muestra una de las últimas cacerías del equipo de Jara y Sedal en abierto para toda su comunidad digital. Esta está ubicada en las enormes llanuras de Colorado, Estados Unidos, un lugar que aún conserva restos de su pasado como territorio español, como se puede ver a lo largo del vídeo.
Titulado ‘La cacería más extraña de mi vida’ está protagonizado por Israel Hernández, director de la revista. El documental muestra el recorrido que el periodista cinegético realizó el pasado mes de octubre desde la costa este a la costa oeste de los Estados Unidos para conocer las fábricas de los rifles Savage, la munición Hornady y los visores Leupold. Un viaje de 27.000 kilómetros en el que pudo visitar cuatro estados diferentes para terminar dando caza al segundo animal más rápido de la tierra: el berrendo.
El documental se puede ver a través de todas las redes sociales de Jara y Sedal así como desde la web de Cazaflix y su app para móviles, que en estos momentos ya ha sido descargada por 47.000 cazadores. También puedes verlo al final de esta noticia.
Así es el berrendo, el segundo animal más rápido de la tierra
Su nombre en latín es Antilocapra americana, y aunque está considerado un antílope, no lo es. Este animal es propio de Norteamérica, y lo podemos encontrar desde el sur de Canadá hasta el norte de México, incluyendo todo el oeste de los Estados Unidos.
Sin duda alguna es un animal raro. Tanto, que este rumiante posee cuernos, pero los muda cada año. Al igual que los carneros o las vacas, el berrendo posee una estructura ósea sobre la que crece su trofeo, pero a diferencia de los anteriores, todos los años cambia la funda por una nueva. Algo parecido a lo que hacen los cérvidos con sus cuernas.
El berrendo se alimenta durante gran parte del día de hierbas, arbustos, musgos y en ocasiones incluso cactus que crecen en las inmensas llanuras y los semidesiertos en los que vive. Su longitud corporal puede alcanzar un metro y medio y posee una alzada a la cruz de 70 a 80 centímetros. Sus patas tienen cuatro dedos, pero cuando caminan solo se apoyan sobre dos. Son tan rápidos que corren a más de 65 kilómetros por hora y se ha llegado a registrar una velocidad máxima de 98 kilómetros por hora.
Al igual que sucedió con el bisonte, durante la conquista del Oeste americano que tuvo lugar en el Siglo XIX fue perseguido hasta hacerlo casi desaparecer. Tanto es así que en 1908 quedaban menos de 20.000 ejemplares. Afortunadamente el gobierno de los Estados Unidos dictó leyes para proteger a la especie y a su hábitat y hoy su población es de casi 3 millones de ejemplares, siendo especialmente abundante en Colorado.