Como ya adelantamos el pasado 16 de agosto en Jara y Sedal, Extremadura permitirá la caza de la tórtola durante esta media veda. Si bien no será con carácter general -sino que se limita a una serie de cotos muy concretos que participan en el Plan Integral de Recuperación de la Tórtola Europea en Extremadura (PIRTE)alguno de de ellos ya ha recibido la autorización correspondiente.

En una de ellas, a la que ha tenido acceso Jara y Sedal, se indica que «una vez verificada por los Agentes del Medio Natural la participación de los cotos inscritos y la ejecución de las medidas y realización de censos, se ha realizado una evaluación individualizada de cada uno teniendo en cuenta los datos de monitorización y gestión aportados», así como los «datos de población de tórtolas». Llegados a este punto y «con el ánimo de avanzar en los objetivos propuestos» desde la Junta resuelven «autorizar la captura experimental de tórtola europea (Streptotelia turturcon arreglo a una serie de cláusulas.

Entre estas últimas se indica que la captura se realizará en una jornada de septiembre en horario de 7 a 11 de la mañana y que durante la captura «estará presente un Agente del Medio Natural que será el encargado de verificar la correcta ejecución del condicionado y de registrar los ejemplares de forma digital en una app».

También se indica que será el titular del coto quien se comprometa a seguir llevando a cabo las medidas de gestión adaptativa recogidas en la Resolución de 1 de julio de la Dirección General de Política Forestal, debiendo devolver un documento de conformidad.

Como ya recordó en palabras a este medio José María Gallardo, presidente de Fedexcaza, el número de acotados en los que se llevará a cabo la medida es muy limitado, pues «serán solo unas decenas» de los 3.500 que hay en la región y que ya se inscribieron antes del 31 de octubre de 2021 cumpliendo con los requisitos exigidos para esta acción.

¿Por qué se permite la caza de la tórtola en estos cotos si está prohibida en toda España?

Esta acción cinegética forma parte del Plan Integral de Recuperación de la Tórtola Europea en Extremadura (PIRTE), puesto en marcha por la Fundación Artemisan con la colaboración de la Federación Extremeña de Caza y el apoyo de la Junta de Extremadura hace tres años.

El objetivo es tomar una serie de «cotos piloto» en los que el aprovechamiento cinegético de la tórtola estará supeditado a la realización de censos de tórtolas y la existencia de medidas de gestión en los cotos, que en ambos casos estarán sujetos a la verificación por parte de la Administración. De esta forma se pretende demostrar científicamente que la caza regulada de la tórtola es sostenible y que cuenta con sistemas de control de capturas «creíbles», tal y como exige la Unión Europea en sus requisitos para volver a permitir su aprovechamiento.