Representantes de propietarios forestales, cortacinos y la Asociación 19 de Abril han tenido una reunión con Juan Carlos Suárez-Quiñones, Consejero de Medioambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, y con José Ángel Arranz, Director General del Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León. El tema central en torno al que ha discurrido son las podas.

El motivo de esta ha sido la problemática que existe en la provincia de Salamanca generada por la discrepancia de criterio en la realización de las podas y los problemas con ciertos agentes medioambientales.

De este modo, han logrado que el Consejero se comprometa firmemente a modificar la norma y, así, evitas situaciones similares a las que a día de hoy están viviendo.

Recogida de firmas entre los afectados

encina
Encina olivada. © Jara y Sedal

En las jornadas previas a esta reunión consiguieron recoger unas 200 firmas en la zona. Asimismo, cuentan con el apoyo de las Mancomunidades Puente la Unión y Alto Águeda, las cuales engloban prácticamente todos los municipios de la comarca de Ciudad Rodrigo.

Por su parte, los representantes de los tres colectivos incidieron en que el arbolado es de los propietarios y, por lo tanto, son ellos «los mayores interesados en cuidarlo y conservarlo, motivo por el que su opinión debe tenerse en cuenta».

En la misma línea, la Asociación 19 de Abril ha expresado que «la mayoría de propietarios, cortacinos y agentes medioambientales comparten el mismo criterio sobre la forma de realizar las podas. Solo son agentes puntuales los que aplican diferente criterio».

Es por esta razón que consideran que el «principal responsable es el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Salamanca. No han dado las instrucciones precisas ni han puesto los medios necesarios a tiempo para evitar la situación a la que se ha llegado». Esto ha provocado que, una vez más, haya tenido que ser el sector el que se movilice para revertirla.

Además, el Consejero también se ha comprometido a tener en cuenta a esta asociación a la hora de elaborar y redactar la nueva norma. De igual forma, ha pedido que quien cuente con una denuncia por haber realizado la poda tradicional, la recurra.

Esta es la situación vivida en Castilla y León respecto a las podas

La norma sobre la poda de encinas, robles y quejigos dio pie a una guerra en Salamanca. Fue hace varios años cuando comenzó el problema. La Junta de Castilla y León publicó una nueva normativa que, entre otros aspectos, prohibía cortar ramas con un diámetro superior a los 15 centímetros con carácter general.

No importaba el estado de la encina ni el resultado final de la poda. Es algo que no solo supuso un ataque contra la poda tradicional, sino también una grave amenaza para el propio arbolado. Este hecho no es más que una condena a muerte para muchas encinas que no pueden soportar su propio peso ante las inclemencias del tiempo.

Ahora, después de años esperando que desde los despachos de la Junta pusieran algún tipo de solución, el sector ha decidido actuar por su cuenta y cuidar lo que a ellos sí les importa.