Uno de los filósofos y escritores polifacéticos más importantes de la actualidad, José Antonio Marina, ha sido el último nombre en alzar la voz contra la ley animalista que pretende sacar adelante el Gobierno.

Marina -que a lo largo de su trayectoria ha conseguido hacer compatible sus investigaciones sobre la inteligencia con su labor como profesor de filosofía y sus estudios relacionados con la fenomenología, la psicología genética, la neurología y la lingüística- ha sido recientemente entrevistado en el diario El Mundo. Una de las preguntas incidía en el anteproyecto de ley de bienestar animal que prepara el Ejecutivo de Sánchez para ser aprobado en los próximos meses, a la que el filósofo respondió sin pelos en la lengua.

«Utilizar el término ‘derechos de los animales’ confunde»

La cuestión formulada por la periodista Olga R. Sanmartín -de entre las que formuló al filósofo en relación a su último libro, El deseo interminable– fue la siguiente: «En el libro también reflexiona sobre las diferencias entre las necesidades animales, finitas, y los deseos humanos, interminables. ¿Qué le parece la Ley de Protección Animal».

José Antonio Marina, por su parte, protagonizó una breve pero encendida crítica a la ley animalista: «Es muy necesaria una legislación que proteja a los animales, pero utilizar el término ‘derechos de los animales’ confunde, porque el derecho es una creación humana para humanos. Conferirles derechos a los animales debilita la idea del derecho», denunció.

Otros personajes con autoridad que han criticado el anteproyecto

Christian Gortázar.

Recordamos que hace unos días otro de los nombres con autoridad que han criticado el proyecto de la ley animalista del Gobierno fue Christian Gortázar, catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha, investigador del IREC -Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos- y uno de los científicos con mayor reconocimiento mundial en enfermedades en animales silvestres y zoonosis. Semanas antes, otros personajes de renombre como Javier Castroviejo, el último gran biólogo y naturalista ibérico, también alzaron la voz contra la polémica normativa.