Los cazadores del coto Benestepar, de la localidad malagueña de Genalcuacil, se han volcado en ayudar en la extinción de las llamas del devastador incendio que ya ha calcinado aproximadamente un 70% de sus terrenos de caza en Sierra Bermeja. Por el momento, van más de 8.000 hectáreas quemadas y el perímetro del fuego es de más de 80 kilómetros, duplicándose este en un día y obligando a desalojar a 2.670 personas de las localidades de Jubrique, Genalguacil, Júzcar, Alpandeire, Faraján y Pujerra.

«Desde que se declaró el fuego, lo que hicimos fue ponernos a disposición de los bomberos, a los que en un primer momento ayudamos con retenes ya que es una montaña muy complicada y luego, después de que tuviesen que quedarse ellos luchando contra las llamas, colaborando de otras formas como aportando alimentos y bebida para los efectivos», explica José María Romero, secretario del coto, en palabras a Jara y Sedal.

En este coto, además de especies de caza menor como la paloma torcaz y la perdiz, hay «gran cantidad de animales de caza mayor como el macho montés, muflón, corzo, jabalí… y algunos de ellos han quedado absolutamente calcinados», se lamenta el cazador.

Los cazadores, colaborando en el operativo. © S. C. G.

Un incendio «inusitado en nuestro país»

Las llamas en la noche de este domingo. © S. C. G.

Este mismo domingo, el director de Extinción y subdirector del Centro Operativo Regional (COR) del Plan Infoca, Alejandro García, ha señalado que el incendio es «inusitado en nuestro país». Unas pavesas generaron el fuego en Sierra Bermeja y finalmente los frentes más cercanos se unieron incluso atravesando un valle que ya había ardido hace más de un mes.

«Hablamos de una potencia y una fuerza inusitada para los incendios que estamos acostumbrados a ver en nuestro país», subrayó anoche el director de Extinción y subdirector del COR del Plan Infoca sobre este incendio de Sierra Bermeja.

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Los cazadores muestran el antes y el después de su coto

Asimismo, esta sociedad de cazadores ha mostrado el antes y el después de su coto de caza tras el devastador paso de las llamas: «No nos creemos lo que ven nuestros ojos. Es sencillamente dramático», señala José María Romero en declaraciones a este medio mientras muestra estampas realmente verdes comparada con fotografías tiznadas de negro tras el paso de las llamas.

El antes y el después tras el paso de las llamas. © S. C. G.

Una imágenes dramáticas

Si hace unos días publicábamos la dramática imagen de un jabalí totalmente calcinado tras el paso del incendio de Ávila, esta tampoco se queda atrás. Se trata de una imagen facilitada a esta redacción por parte del cazador Diego Álvarez en el que aparece una cabra montesa semicalcinada tras el paso de las llamas por este lugar. El desolador contexto en el que se encuentra la pieza calcinada, con todos los árboles totalmente arrasados por el fuego, hace de ésta una imagen desoladora.

Cabra afectada por el incendio.

Incendios y caza: ¿qué pasa si quema mi coto?

Un cartel alerta del riesgo de incendio en un coto. © Archivo

Con la llegada del verano, inexorablemente, aparecen los incendios. El fuego siempre es percibido como un drama, especialmente en el mundo rural, que siempre es víctima de él. La posibilidad de que se desencadene en aquellos montes de los que hacemos uso, ya sea para trabajar o para cazar, es un temor que siempre está presente, especialmente durante las olas de calor. Por eso, ante noticias como la del incendio de Ávila que estos días ha calcinado 22.000 hectáreas, son muchos los cazadores que se hacen esta pregunta: ¿qué pasa si se quema mi coto? Te lo contamos aquí.

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