El debate sobre la conveniencia o no de crear una tasa canina en Gijón está sobre la mesa. El concejal popular de Bienestar Animal, Rodrigo Pintueles, quiere abrir una discusión sobre esta medida, que ya se propuso en el anterior mandato y que fue rechazada por la mayoría del pleno. La idea es que los dueños de los cerca de 40.000 perros que hay censados en la ciudad paguen una cantidad anual al Ayuntamiento, que se destinaría a mejorar los servicios públicos para las mascotas, como zonas cercadas, fuentes o limpieza.

Según ha informado La Nueva España, Pintueles considera que esta tasa sería una forma de atender la demanda creciente de los propietarios de perros, que cada vez piden más facilidades para sus animales en el espacio urbano. El concejal, que tiene perro en su familia, entiende que se quiera dejar suelto al animal en un lugar seguro, pero señala que eso tiene un coste para la administración. Por eso, cree que no sería justo que ese coste lo asumiera el conjunto de la ciudadanía.

10 euros por perro

La propuesta de Pintueles se basa en la que presentó el partido asturiano Foro en 2019, cuando estaba en la oposición. Entonces, el portavoz forista Jesús Martínez Salvador planteó una tasa de 10 euros por cada perro censado, que se invertiría en servicios para las mascotas. La iniciativa solo contó con el apoyo de Podemos y fue rechazada por PSOE, Ciudadanos, Vox e IU. El PP se abstuvo.

Ahora, Pintueles quiere llevar el asunto al Consejo sectorial de Bienestar Animal, donde participan asociaciones y colectivos relacionados con los animales. Allí quiere escuchar las opiniones y argumentos a favor y en contra de la tasa canina. En cualquier caso, aclara que no se trata de una medida inminente, sino de un debate a largo plazo. De hecho, el proceso de elaboración de las ordenanzas fiscales para 2024 está ya muy avanzado y no incluye esta tasa.

La ley animalista generará un gasto de 200.000 euros en Gijón

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Un gato se alimenta de pienso en la calle junto a unas casetas. © Shutterstock

Otro tema que preocupa al concejal es el impacto de la nueva ley de protección animal, impulsada por el Gobierno central, en las competencias y el presupuesto del Ayuntamiento. La ley obliga a los municipios a asumir más responsabilidades en el cuidado de los animales callejeros, como gatos, palomas o gaviotas. Pintueles calcula que solo el chipado, la vacunación, la desparasitación y la esterilización de los mil gatos que hay en las 200 colonias registradas en Gijón supondría un gasto de 200.000 euros. Por eso, ha aumentado la partida para esterilización felina de 12.000 a 50.000 euros para el próximo año.

Además, Pintueles ha pedido informes para saber cómo afecta la ley al acceso de las mascotas a los espacios públicos municipales, como oficinas, instalaciones deportivas o autobuses.