El objetivo que la Diputación de Ciudad Real persigue con su Museo de la Caza y la Naturaleza es convertirlo, en un futuro, en un centro de referencia «nacional e internacional». Para lograr dicho propósito ha confiado en los hermanos Garoz, Ramón y Juan, y así lo han hecho público.
Ambos crecieron en una conocida familia de taxidermistas de Los Yébenes, municipio perteneciente a la provincia de Toledo, y han recibido como herencia una gran experiencia en taxidermia que les llevó a convertirla en su profesión.
Sobre ellos, Miguel Ángel Valverde, presidente de la Diputación, ha resaltado que «en la actualidad se encuentran entre las personas más reputadas y con más conocimiento acerca de planteamientos museísticos en torno a la caza y la naturaleza».
Una apuesta importante para Ciudad Real
En cuanto a este museo de caza, el equipo de gobierno de coalición de PP y VOX lo consideran un «centro de interpretación» que tiene que servir de «instrumento pedagógico al servicio de los más jóvenes» de la provincia.
Volviendo al objetivo perseguido con este proyecto, Valverde ha matizado que no consiste en que solo comprendan los visitantes que «la importancia de la caza y del sector cinegético como un sector económico fundamental en la provincia», sino que también lo hagan como «vehículo para preservar nuestra naturaleza y nuestro medio ambiente».
Asimismo, el presidente de la Diputación ha asegurado que el proyecto del museo de caza «está muy avanzado». Tanto es así que, además, ha querido destacar que esperan que salga a la luz «en uno o dos meses».
El museo de caza estará en manos de los hermanos Garoz
Lo que tienen pensado acerca de la colaboración entre la Diputación y los hermanos Garoz es que el museo ofrezca «una visión del mundo de la caza y la naturaleza que vaya más allá del ámbito provincial, autonómico y nacional, sino que sea también mundial».
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Es por esta razón que Valverde ha adelantado que dicho proyecto del museo de caza también introducirá elementos que darán a conocer «las distintas especies que existen a lo largo y ancho del mundo».
Por último, ha concluido asegurando que no quiere que sea un museo lleno de trofeos, aunque comprende que «la interpretación de la caza incluirá elementos que son susceptibles de ser confundidos por algunos».