Nuestra colaboradora Pilar reflexiona sobre los detractores de la caza en las redes sociales y sobre aquellos que desde el propio gremio realizan críticas destructivas a otros compañeros.
29/03/2019 | María Pilar Sánchez Montero 
Se dice, y por desgracia es cierto, que las redes suele ser un nido de odio y malos rollos… Es innegable que este nuevo y maravilloso mundo de las redes sociales ha revolucionado la forma de comunicarnos. Lo ha hecho para bien, pero también para mal.
Hoy me gustaría hablaros de esto último. De los mensajes destructivos contra la caza. Nunca vamos a poder evitar que haya gente que odie a los cazadores y vierta todo tipo de mentiras y ataques hacia nuestro colectivo. Pero lo que de verdad me entristece son los mensajes destructivos entre nosotros. Por suerte o por desgracia, algunos compartimos nuestra vida con miles de seguidores que cada día nos ven, que se interesan por las cosas que publicamos desde nuestra cuenta personal. Porque al fin y al cabo somos eso, cuentas personales en las que cada uno decidimos publicar fotos relacionadas con nuestra vida, ya sean de trabajo o de ocio. Por fortuna tenemos la libertad de poder elegir qué compartimos o no y el resto de usuarios también eligen libremente a quién siguen y a quién no.
Como decía antes, esto nos expone públicamente, para bien y para mal. Y lo asumo, pero también es cierto que me cuesta entender la inquina con la que otros cazadores que deberían ser compañeros cargan contra algunos de nosotros. Las críticas destructivas hacia quienes tratamos de defender la caza y hacerla protagonista en las redes lo mejor que podemos o sabemos se han convertido en algo demasiado frecuente. Ni yo ni nadie es perfecto. Todos podemos cometer errores o simplemente hacer cosas que a otros no agradan. Pero lo hacemos desde el compromiso con la defensa del sector y la libertad que nos dan los nuevos soportes. No arrojemos odio entre nosotros porque no conduce a nada. Si alguno de los nuestros no te gusta, no lo sigas. Es sencillo. Compañeros la unión hace la fuerza. La caza ya tiene muchos detractores, no te conviertas tú también en uno de ellos.