La Guardia Civil de Castuera ha sorprendido a un furtivo que intentaba abatir jabalíes en el Parque Natural de La Serena, una zona con una gran riqueza natural y paisajística. El hombre, vecino de Monterrubio de la Serena, portaba una escopeta con un sistema artesanal de enfoque nocturno y una canana con balas y cartuchos de posta. Además, había preparado una baña artificial con aceite, abrevadero y cebadero para atraer a los animales.

El suceso ocurrió una tarde noche de finales de septiembre, cuando los agentes del Seprona, con la colaboración de la Guardería Rural, intensificaron sus servicios en diferentes cotos de caza de la comarca ante las sospechas de casos de furtivismo. En uno de ellos, localizaron a un hombre camuflado entre las jaras, que se encontraba dentro de una finca del término municipal de Monterrubio de la Serena.

Escondido y sin autorización

Los agentes procedieron a identificar al hombre y comprobaron que carecía de autorización para cazar en el coto. Posteriormente le intervinieron la escopeta, que estaba cargada y lista para disparar, y descubrieron que tenía acoplado un sistema casero de enfoque nocturno, que le permitía cazar en la oscuridad. También le intervinieron una canana donde guardaba balas y cartuchos de posta, un tipo de munición prohibida para la práctica de la caza.

Al inspeccionar las inmediaciones del lugar, los agentes hallaron una baña artificial que el furtivo había impregnado previamente de aceite, un método ilegal. Junto a la baña, también había un abrevadero y un cebadero para atraer a los animales.

Ante estos hechos, el furtivo ha sido propuesto para sanción al organismo competente por infracciones administrativas a la Ley de Caza y residuos. La Guardia Civil ha recordado que el furtivismo es una actividad ilegal que atenta contra la conservación de la fauna y el medio ambiente, y que supone un riesgo para la seguridad ciudadana.