La lucha contra el furtivismo en la provincia de Jaén ha vuelto a dar un paso firme gracias a la rápida actuación de la Guardia Civil. Dos vecinos de Navas de San Juan, de tan solo 21 y 24 años, fueron sorprendidos en plena acción ilegal mientras merodeaban armados por un paraje vedado en Santisteban del Puerto. Lo que no imaginaban es que los agentes ya les pisaban los talones.
Fue una llamada anónima al 062 la que activó el dispositivo. Un testigo alertaba de la presencia de posibles furtivos en la zona conocida como Las Tiesas del Cuarto, un entorno natural protegido donde cualquier actividad cinegética está prohibida en estas fechas. Hasta allí se desplazó una patrulla del puesto de Navas de San Juan, que encontró dos vehículos ocultos entre la vegetación, lo que reforzó las sospechas de la posible presencia de furtivos.
Los agentes iniciaron entonces una batida a pie, que culminó con el hallazgo de los dos jóvenes escondidos tras unos setos, a medio kilómetro de sus coches. Ambos portaban rifles cargados, visores nocturnos y munición, preparados para actuar en plena noche.
Furtivos sin permiso y en periodo de veda
Las investigaciones han confirmado que los dos hombres estaban participando en una acción de furtivismo sin ningún tipo de autorización administrativa. Además, lo hacían en una zona no habilitada para la caza y durante una época de veda, lo que constituye una infracción grave de la normativa que protege la fauna silvestre.
La Guardia Civil ha abierto diligencias por un posible delito contra la flora y fauna, y el caso ha sido ya remitido al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Villacarrillo, que será el encargado de determinar las responsabilidades penales.
Una provincia vigilada
Este nuevo golpe al furtivismo se suma a otros recientes en la provincia de Jaén. El pasado mes de enero, el SEPRONA investigó a ocho personas por su presunta participación en el abatimiento ilegal de dos ciervos en la finca La Graciosa, dentro del término municipal de Andújar.
La operación se activó tras detectar restos de animales abatidos sin autorización en una zona cinegética. Tras varias semanas de trabajo, se logró identificar a los implicados, cuyas edades oscilaban entre los 23 y los 53 años. Todos ellos están siendo investigados por un supuesto delito contra la fauna, por abatir animales en terrenos donde no tenían permiso.
