El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, asistió en la mañana de este martes a la demostración del uso de un dron, dotado con cámaras térmicas y sistema de vuelo nocturno, como herramienta para la lucha contra el furtivismo en la Reserva Regional de Caza ‘Sierra de Gredos’ en Ávila.
Según ha informado ICAL, la incorporación de esta tecnología de última generación ha sido posible gracias al convenio de colaboración suscrito entre la Junta y la asociación de propietarios de estos terrenos cinegéticos. Desde el Ejecutivo autonómico recuerdan que en 2022 se han detectado siete cabezas de macho montés abatidas ilegalmente. Actualmente cinco personas se encuentran investigadas por este tipo de delitos.
Suárez-Quiñones estuvo acompañado, según informa el citado medio, por la presidenta de la Asociación de Propietarios de la Reserva Regional de Caza ‘Sierra de Gredos’, María Ángeles Prieto; el presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García; varios alcaldes de la zona y de la reserva de caza; el delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández y miembros de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, celadores y agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León, así como otros representantes institucionales y sociales. La demostración ha tenido lugar en la Casa de la Reserva Regional de Caza ‘Sierra de Gredos’, en Navacepeda de Tormes, Ávila.
Óptica de última generación para detectar a los furtivos
Los medios de última generación, consistentes en un dron dotado de cámaras infrarrojas y sistema de vuelo nocturno, monoculares de visión térmica de última generación y equipos ópticos de alto contraste permitirán que los celadores de medio ambiente y agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León, así como los guardas rurales de la asociación, desarrollen de una forma más eficaz el control de actividades ilegales.
El dron será operado por personal de la empresa Eulen, capacitado mediante formación específica según normativa AESA, y adicionalmente también se ha formado o formará a personal de la Junta de Castilla y León. Además, otros dos agentes de la Guardia Civil han sido instruidos para su uso en misiones de rescate de alta montaña o de personas desaparecidas.
El personal de la Junta de Castilla y León dispondrá también de dos visores nocturnos térmicos, de tipo monocular, para control de actividad de personas y vehículos en accesos y montes de la reserva, de tres prismáticos y un telescopio de gama alta para control de la actividad cinegética y evaluación de características de las piezas de caza.
La Asociación de Propietarios contrata seis guardas rurales
Por su parte, la Asociación de Propietarios aporta un equipo de seis guardas rurales de seguridad privada, dotados de vehículos 4×4 de nueva generación para los trabajos rutinarios de este equipo. Los guardas rurales son habitantes de la comarca, lo cual, además de ser una garantía de conocimiento del territorio, contribuye a la fijación de la población rural mediante creación de empleo en comarcas con demografía desfavorable.
La adquisición de estos equipos por parte de la Asociación de Propietarios ha sido posible gracias al convenio suscrito por la Junta de Castilla y León y la Asociación de Propietarios, entidad jurídica compuesta por los ayuntamientos propietarios de los terrenos que forman parte de la Reserva, así como otros propietarios de fincas particulares. Gracias a este acuerdo, los ingresos generados por la actividad cinegética desarrollada en los montes propiedad de la Junta de Castilla y León son reinvertidos por esta Asociación en labores de conservación, mejora y gestión de la Reserva.
La caza aporta más de un millón de euros en Gredos
La Reserva Regional de la Caza de la Sierra de Gredos ha ingresado en la última temporada, desde el 1 de abril de 2021 hasta final de marzo de este año, un total de 1.205.309 euros. Es el perfecto ejemplo de cómo la caza regulada y bien gestionada en espacios naturales, públicos o privados, supone una fuente de riqueza que fija población en la España vaciada.
Gracias a los permisos de caza en rececho que se subastan y las monterías que se celebran se controlan las poblaciones animales, algo fundamental para reducir su impacto en la flora, para disminuir las enfermedades, los accidentes de tráfico y para controlar los daños a la agricultura.
Con estas cifras, la caza ha demostrado una vez más que sigue siendo una extraordinaria fuente de ingresos para los municipios más humildes de la España rural.