Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, ha concluido que los humanos tienen la responsabilidad principal sobre la incidencia de los gatos en el medio natural y que sus riesgos pueden reducirse significativamente manteniéndolos en el interior de la vivienda. El estudio se centró en el análisis de los datos de una encuesta –DC Cat Count– lanzada en Washington DC que desplegó 60 cámaras de fototrampeo repartidas en un total de 1.500 lugares de muestreo.

Las cámaras trampa registraron de qué se alimentaban los gatos y demostraron cómo incidían en la vida silvestre nativa, lo que ayudó a los investigadores a comprender por qué los gatos y otros animales salvajes están presentes en algunas áreas, pero ausentes en otras. 

«Estamos poniendo en peligro significativamente su salud»

Los investigadores descubrieron que el gato doméstico tiene un 61 % de probabilidad de ser encontrado en el mismo espacio que los mapaches, el vector de la rabia más prolífico de Estados Unidos, que el 61 % se superponen espacialmente con los zorros rojos y el 56 % se superponen con las zarigüeyas de Virginia, los cuales también puede propagar la rabia, según comenta Daniel Herrera, autor principal del estudio. «Al dejar que nuestros gatos salgan, estamos poniendo en peligro significativamente su salud», añade.

«Además del riesgo de estar expuestos a enfermedades que luego pueden llevar a los humanos de sus familias-como la rabia y la toxoplasmosis-, los gatos al aire libre amenazan la vida silvestre nativa», advirtió el investigador.

La encuesta demostró que los gatos a los que se les permite salir a la calle también comparten los mismos espacios y cazan pequeños animales salvajes nativos. Al cazar estos animales, los gatos pueden reducir la biodiversidad y degradar la salud del ecosistema.

Mantener a los gatos dentro de los hogares

«Las relaciones de hábitat sugieren que la distribución de los gatos es impulsada en gran medida por los humanos, en lugar de factores naturales», indica Travis Gallo, profesor y asesor de Herrera. «Dado que los humanos influyen en gran medida en la ubicación de los gatos en el paisaje, los humanos también dictan el grado de riesgo que enfrentan estos gatos y la cantidad de daño que causan a la vida silvestre local».

Herrera alienta por último a los dueños de mascotas a mantener a sus gatos dentro de los hogares para evitar posibles encuentros entre sus animales y la vida silvestre nativa. Su investigación señala que los gatos salvajes corren el mismo riesgo de contraer enfermedades y causar la disminución de la vida silvestre nativa, por lo que no se les debe permitir que deambulen libremente.

El caso de Madrid

Recordamos que un equipo de investigadores del Museo de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC) analizó en un artículo publicado en la revista Science of the Total Environment, cómo afecta la presencia de las colonias censadas de gatos callejeros a las aves. En el caso de Madrid, donde se centró esta investigación, hay un total de 1171 colonias registradas, poblaciones que reciben los cuidados de la ciudadanía.

Mario Díaz, investigador del MNCN indicó que, al darle de comer a los gatos se favorece su expansión, pero «estas dinámicas tienen efectos también sobre otras especies» como las aves. Tras el estudio, el equipo propuso establecer áreas en las que no se favorezca la presencia de los gatos proporcionándoles alimento de cara a permitir la coexistencia de aves y felinos.