Ā«Aplaudimos vuestra intervención, despuĆ©s de dos aƱos en los cuales nos preguntĆ”bamos a quĆ© se debĆa vuestro silencioĀ». AsĆ versa el primer pĆ”rrafo de la carta que la Asociación Salvemos Cabana ha dirigido a las cinco grandes ONG ecologistas subvencionadas por el Gobierno espaƱol, respecto a la implantación descontrolada de las energĆas renovables.
Se refieren a Amigos de la Tierra, Greenpeace, Ecologistas en Acción, SEO/Birdlife y WWF y el texto les cita como «G-5 ecologistas». El motivo es la aprobación del Real Decreto Ley 20/2022 que fue aprobado el 24 de enero de 2023. Respecto a él se han pronunciado estas cinco organizaciones a través de un comunicado conjunto.
Sin embargo, la asociación considera que se han unido muy tarde a una lucha en la que ya llevan dos aƱos. Ā«Con excepción de algunas de vuestras delegaciones o asociaciones territoriales que no han dejado de apoyarnos, os habĆ©is mantenido al margen de la lucha desigual que estamos manteniendo desde pequeƱas asociaciones y plataformas vinculadas al territorio. PequeƱos Davids contra los Goliats, colosos de la industria energĆ©tica, apoyados por las principales formaciones polĆticas de todos los coloresĀ».
Salvemos Cabana pide explicaciones sobre el silencio ante la descontrolada implantación de energĆas renovables
Ā«Por favor, explicadnos por quĆ© nos habĆ©is dejado solosĀ», suplica el texto. Asimismo, hacen alusión al conocimiento que estas grandes ONG tienen acerca de los graves daƱos que causa ese Ā«despliegue masivo de polĆgonos industriales eólicos y fotovoltaicos, proyectados sin criterio, ni controlĀ».
Ā«Entonces Āæpor quĆ© en este debate nunca hemos oĆdo vuestra voz? ĀæPor quĆ© en muchos casos, no habĆ©is ni siquiera contestado a las consultas previas que se os enviaron en el proceso de tramitación de macroproyectos?Ā».
De igual modo, la asociación les hace una propuesta con cierto tono irónico: Ā«Si tenĆ©is dificultades para explicar a vuestros socios que, a pesar de predicarles durante dĆ©cadas la necesidad de pasar a fuentes de energĆas renovables, esta no es la manera de hacerlo, no os preocupĆ©is: tenĆ©is a vuestra disposición innumerables estudios cientĆficos en los que os podĆ©is apoyar. Lo van a entender, y si os faltan testimonios, aquĆ estamos para ayudaros con la experiencia acumulada en estos Ćŗltimos aƱosĀ».
Ā«Si os preocupa la reacción del mundo polĆtico, con el cual en estas Ćŗltimas dĆ©cadas habĆ©is tejido una red de apoyo y colaboración, un mero repaso a DIAs negativas anteriores son una demostración indiscutible de cuanta biodiversidad, patrimonio cultural (entre otros) ha salvado la acción en forma de alegaciones de la Sociedad Civil directamente afectada e inmejorables conocedores del territorio amenazadoĀ».
«Os queremos a nuestro lado»
AdemĆ”s, la carta pide que se pronuncien y asuman una postura clara, que no solo opinen de forma tibia y solo sobre el Decreto. Ā«Si compartĆs nuestra preocupación, os queremos a nuestro ladoĀ».
Ā«Cuando todo esto haya terminado, cuando hayamos podido salvar algo de nuestro patrimonio y perdido la mayorĆa, cuando la pĆ©rdida de hĆ”bitat y de biodiversidad sea evidente, ya no habrĆ” marcha atrĆ”s. Nosotros podremos decir que hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos. ĀæY vosotros?Ā», concluye el texto.
Un silencio antes visto
No es, ni mucho menos, la primera vez que somos testigos de cómo estas grandes organizaciones se mantienen al margen de polĆ©micos temas sobre los que, en teorĆa, tendrĆan que pronunciarse.
Una de las ocasiones fue con la Ley de Bienestar Animal. MĆ”s de 800 cientĆficos se suscribieron a una carta conjunta que alertaba de las graves consecuencias que esta tendrĆa para el patrimonio natural y la biodiversidad de nuestro paĆs. A pesar de ello, ninguna de las cinco dijo nada al respecto, incluso llegaron a aplaudir la iniciativa.
Tampoco se pronunciaron cuando las principales Sociedades CientĆficas de Conservación de la Naturaleza espaƱolas hicieron un llamamiento sobre los impactos negativos de los gatos sobre la diversidad. Dicha ley blinda a las colonias felinas.
Por el contrario, sĆ les interesó hacerse escuchar cuando la vĆctima era la ley de regadĆos del PP. Entonces, estas ONG denunciaron Ā«que la ley anti DoƱana del PP y Vox desafĆa a la ciencia y la legalidadĀ». Parece ser que los objetivos de su lucha varĆan en función de quiĆ©nes sean los precursores de cada iniciativa.