Un ácaro diminuto llamado Sarcoptes scabiei es el causante de la sarna sarcóptica, una enfermedad que afecta a la piel de muchos animales, entre ellos los zorros. Este ácaro es muy dañino porque se aloja en la piel de su hospedador y hace galerías donde pone sus huevos, causando un fuerte picor e inflamación. La sarna sarcóptica puede tener serias repercusiones para la salud y el bienestar de los animales, ya que les provoca caída del pelo, costras, infecciones y debilidad. Además, como ya hemos analizado en otros artículos, esta enfermedad podría estar detrás de la reducción de las poblaciones de raposas que se percibe en algunas partes de España.
El último caso registrado ha sido captado esta misma mañana en Salamanca, donde un trabajador del campo ha grabado unas imágenes que ha remitido a Jara y Sedal. Según indica este testigo «el animal estaba gravemente afectado por la sarna, sin pelo y con costras sangrantes en la zona del costillar». Además, no mostraba miedo por el humano, al que llegó a aproximarse, algo totalmente inusual.
No es el primer caso que se graba en esta provincia, en la que hace unas semanas un ganadero grababa a otro ejemplar gravemente enfermo dentro de una tolva de pienso para los becerros.
Una enfermedad contagiosa para perros y humanos
La sarna sarcóptica se contagia por contacto directo entre los zorros o por contacto indirecto con objetos infectados por los ácaros, como camas o heces. Lo peor de todo es que el contagio también puede darse entre diferentes especies de animales, como perros o humanos, por lo que si te topas con uno de estos animales durante tus jornadas de caza debes mantener a tu perro alejado de ellos.
Los síntomas en los perros son parecidos a los de los zorros: picazón, pérdida de pelo, costras e infecciones. La sarna sarcóptica en perros se puede curar con champús o medicamentos acaricidas. Sin embargo, es importante prevenir el contagio evitando el contacto con los zorros y sus madrigueras, revisando frecuentemente al perro y llevándolo al veterinario ante cualquier signo sospechoso.