La magia de la primavera inunda nuestros campos. La mayoría de las especies terrestres se encuentra en uno de los momentos más bonitos del año, alumbrando nuevas vidas en un momento en el que el campo rebosa de comida y agua. Los cazadores somos espectadores privilegiados de multitud de escenas como la que compartimos a continuación.

El instante lo ha captado nuestro compañero Carlos Vignau esta misma mañana en un coto de la provincia de Guadalajara. «Ya había tenido la oportunidad de ver a esta misma corza muy gorda en semanas anteriores y estaba seguro que pariría pronto», nos comenta Vignau desde el campo. Al colocarse esta mañana de espera con la cámara, sin rifle, para ver si la conseguía grabar, la encontró entre dos luces «en la misma retama de siempre».

En los primeros segundos vio «que algo se movía» entre la hierba alta. Era el corcino, que, como se ve en el vídeo, mama de la corza. El animal estaba recién nacido. Como se puede observar, la madre aún tiene la barriga bastante grande, y se apresura a acicalar al corcino, señal de que el alumbramiento ha tenido lugar hace escaso tiempo.

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¿Cuál es el ciclo reproductivo del corzo?

El celo del corzo suele comenzar en julio, la ladra -por la similitud de su vocalización con la del perro- se prolonga aproximadamente un mes, período en el que los machos se baten en violentas peleas. Las hembras adultas (a partir del año de edad), una vez fecundadas, retrasan la gestación unos cinco meses desde la cópula, una particularidad conocida como diapausa embrionaria u ovoimplantación diferida, como así explica Ciencia y Caza.

De este modo, el parto acontece a los 280-300 días (abril-mayo), cuando existe mayor cantidad de nutrientes disponibles en el medio. Los partos más frecuentes dan lugar a 1-2 corcinos, siendo raro los tres corcinos por parto. En este caso, se trata nada más que de un corcino el que aparece en escena.

Y, tras esta escena, la madre lo ‘abandonará’: ¿Por qué no debes tocarlo cuando lo haga?

cría de corzo

En primavera nuestros campos se llenan de «recién nacidos». Ciervos, corzos, gamos… Casi todos nuestros ungulados concentran los alumbramientos en esta época y por ello debes tener en cuenta -y hacérselo saber a quienes te rodean- que debemos mantener la distancia.

La mejor opción si localizas una cría, sea del animal que sea, es dejarla sola. No está abandonada. Su madre la deja sola como método de protección. Ella sabe dónde están sus crías, y volverá a cuidarlas. Si alguien coge un animal «huérfano» y se lo lleva a casa, debe devolverlo inmediatamente al lugar exacto en el que lo encontraron. Estos son nuestros consejos para este tipo de casos.