Hay imágenes majestuosas de la fauna silvestre que tardan en borrarse de nuestras retinas, y la siguiente es una de ellas. Ésta muestra la increíble cuerna de un ciervo multipuntas que, sin duda, es todo un portento de animal y cuyo trofeo sería el sueño de todo cazador.

Se trata de una estampa de un animal que bien podría calificarse de legendario o sacado de una novela. Si bien resulta casi imposible contar sus puntas, pues no se aprecian bien en la grabación, estas podrían superar las 40.

Como hemos narrado en otras ocasiones, las cuernas de los machos de ciervo son estructuras únicas que crecen rápidamente y desmogan cada año, representando así un coste importante para los ciervos. Se trata de todo un ‘superpoder’ regulado por las variables relacionadas con la cronología de su crecimiento, tales como la fecha de desmogue o la duración del periodo de crecimiento, que debería verse afectada por los recursos corporales del macho, así como por la cantidad de alimento disponible.

Entre los resultados obtenidos en un estudio del IREC destaca que, efectivamente, el peso corporal afecta a la fecha de desmogue, siendo los machos más pesados los que desmogan antes en relación a los más livianos. En los machos más viejos las cuernas también crecieron más rápido y las tiran antes que las de los más jóvenes. Además, el peso de la cuerna afecta a la fecha de desmogue y al periodo de crecimiento de ésta: machos con cuernas más pesadas desmogan antes y las desarrollan más rápido que machos con cuernas ligeras.

Se a por la causa que sea, y si bien la genética tiene mucho que decir en la formación de las defensa del siguiente animal, lo que sí es verdad es que llaman poderosamente la atención. Ni oculto en mitad del monte puede pasar desapercibido.

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Por último, recordamos otro vídeo que sería, sin duda, el puesto soñado para cualquier cazador. Aunque la filmación tampoco tuvo lugar dentro de nuestras fronteras, la compartimos por lo llamativa que es: el vídeo recoge la grabación de una pelota de decenas y decenas de ciervos a la carrera durante una montería. Algunos de ellos poseen, además, un imponente trofeo, lo que dota de un valor añadido al conjunto de los animales.