El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha hecho público recientemente el borrador del Plan Estratégico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad que deberá regir durante los próximos años. Como ya es habitual en el ministerio que dirige Teresa Ribera –quien aseguró que le gustaría prohibir la caza y que se ha negado a recibir a este colectivo millonario de españoles durante su mandato– este nuevo texto también incorpora un nuevo ataque hacia el sector cinegético.

Según se recoge en el texto presentado, el objetivo del ejecutivo de Pedro Sánchez es aprobar «antes de 2025 una normativa para eliminar el uso de plomo de los aparejos de pesca y en la munición de caza mayor en todo el territorio nacional y en 2030, a más tardar, la eliminación de plomo se extenderá a la munición de caza menor y al tiro deportivo».

Tal y como afirma el texto, el objetivo de esta medida prohibicionista sería «eliminar los riesgos del plumbismo para la fauna y para las personas», algo que no concuerda con los estudios realizados en nuestro país al respecto, los cuales están demostrando que la munición de plomo empleada en la caza menor no afecta a las aves terrestres.

En cambio, sí responde a las presiones de los lobbies ecologistas, los cuales han contado con una polémica complicidad de la Comisión Europea, la cual les invitó a presionar a los gobiernos de las naciones europeas para implantar esta nueva prohibición.

La prohibición del plomo, un objetivo de la hoja de ruta ecologista

La prohibición de la munición del plomo es uno de los objetivos de los grupos ecologistas, conscientes de que es una de las vías que tienen para acabar con la actividad cinegética, como ya te hemos explicado en Jara y Sedal. Este anhelo anticaza es una amenaza real tras la publicación del Informe de Restricciones del Anexo XV de la ECHA publicado el año pasado. Un informe que, al igual que sucediese con el intento de declarar a la codorniz especie en peligro de extinción, carecía de rigor científico.

Por otro lado, el Plan Estratégico de Teresa Ribera ignora el gravísimo impacto que tendría en la economía rural y, por tanto, en el despoblamiento de las zonas más deprimidas de nuestro país. Según un estudio de la Federación Europea de Deportes de Tiro (ESSF) realizado hace unos meses, 1 de cada 4 cazadores dejará de cazar si se hace realidad la prohibición total de las municiones de plomo y al menos el 30% lo hará con menos frecuencia. Por eso, se estima que la prohibición provocará una pérdida económica para la Unión Europea de al menos 5.700 millones de euros debido a la reducción de la actividad de caza.