Por Tweed Media
Cuando uno se plantea un viaje de caza menor al extranjero, difícilmente se le pasa por la cabeza poner rumbo a Rhode Island. Sin embargo, en el estado más pequeño de Estados Unidos se esconde un resort de cinco estrellas que está dejando de ser un secreto bien guardado. Inaugurado en 2016, The Preserve Sporting Club & Resort es el sueño personal de Paul Mihailides, empresario hecho a sí mismo, apasionado del tiro y propietario de la célebre armería italiana FAMARS.
En octubre de 2024, Mr. Mihailides —conocido por todos como Mr. M— quiso celebrar la apertura de la temporada de faisán, el día 19, con más boato que nunca. Admirador de las tradiciones británicas, conocía bien la peculiar competición del Great Grouse Race, en la que los restaurantes de Londres compiten cada Glorioso Doce de agosto por servir el primer urogallo de la temporada. Inspirado por esa idea, Mr. M decidió trasladar el concepto a su tierra, dándole un giro netamente americano: servir el primer faisán de temporada en Nueva York, el mismo día de la apertura. Así nació el Glorioso Diecinueve.

Faisanes, fuego y hojas de otoño
Situado en más de 1.400 hectáreas de bosque virgen, The Preserve es un paraíso para cualquier amante del campo. Aquel día, un grupo de diecinueve escopetas —entre ellas el chef David Burke, el propio Mr. M y varios socios del club— participó en una batida tradicional entre arces encendidos de rojo y robles dorados. Diez puestos, cada uno con su cobrador y su retriever bien entrenado, ofrecieron abundancia de lances. Todos los cazadores portaban escopetas FAMARS, fabricadas artesanalmente en Italia. No hubo necesidad de tweed: el cielo azul y el sol templado de otoño dibujaban un escenario idílico.
Los faisanes, lejos de dejarse engañar por el calor, ofrecieron vuelos altos, tensos y veloces. El diseño estratégico de las batidas permitió que todas las posturas tuvieran oportunidad de lucirse. Una vez sonó el cuerno final, las piezas abatidas fueron recogidas con rapidez y puestas rumbo al sur, recorriendo 146 millas hasta el restaurante David Burke Tavern, en Manhattan.

Del monte al mante
«Nos enorgullece celebrar el arranque de temporada con una jornada que honra la caza y la buena cocina», comentó Mr. M al término del día. «Rhode Island no es un destino conocido por sus faisanes, pero gracias al chef Burke logramos que Nueva York probara, en apenas unas horas, lo que esta tierra generosa puede ofrecer.»
El propio Burke, que cobró su primer faisán esa jornada, lo celebró a la manera inglesa, siendo “bautizado” con la sangre del ave, como manda la tradición. «Para mí es un privilegio participar en una experiencia que acerca la esencia del campo a quienes viven en la ciudad. Servir faisán el mismo día de la apertura no es solo una rareza gastronómica: es celebrar el ciclo natural, el producto salvaje y el espíritu de la caza.»

Tradición, futuro y conservación
Mientras regresaban del último puesto, Mr. M reflexionaba: «Estoy decidido a romper con la idea de que empresa y conservación son conceptos opuestos. Muchos creen que ganar dinero y cuidar el campo son cosas incompatibles. Yo creo que no solo pueden ir de la mano: deben hacerlo.»
Y lo demuestra con hechos: aunque su negocio principal es el inmobiliario, apenas ha urbanizado el 3% de la finca. «Han querido hacer aquí chalés, incluso un hospital. Siempre he dicho que no. Esto no se vende. Esto se guarda.»
En esa línea, The Preserve colabora con el Servicio de Conservación de Recursos Naturales (NRCS), del Departamento de Agricultura estadounidense, para proteger y recuperar especies autóctonas como la codorniz de Virginia (bobwhite), gravemente afectada por la pérdida de hábitat. Eric Northup, director de operaciones, lidera un programa de siembra de gramíneas y flores silvestres que ayuden a atraer insectos y alimentar a los pollos. «Lo que buscamos es crear un buffet natural», explicaba Eric, entre batida y batida. La esperanza es que, en pocos años, haya excedente para poder ofrecer también jornadas de caza de codorniz.

Una mesa entre robles
La jornada concluyó con un almuerzo al aire libre junto a una de las famosas “casas hobbit” del resort, excavadas entre bloques de granito, con puertas de madera tallada y suelo de piedra. El menú de cinco platos, diseñado por el chef Burke y ejecutado por el chef británico Richard Naughton (formado con Burke y Gordon Ramsay), tuvo como estrella indiscutible al faisán.
Muy pronto abrirá una cuarta “casa hobbit” con capacidad para diez huéspedes en pernocta, y el complejo ya cuenta con alojamiento para todos los gustos: desde cabañas hasta apartamentos, pasando por casas unifamiliares.

Tiro, lujo y 70 formas de disfrutar del campo
Antes de despedirse, los invitados pudieron conocer The Sporting Shoppe, que en noviembre de 2024 reabrió con 2.300 m² de superficie, posicionándose como una de las mayores armerías y tiendas de outdoor de Estados Unidos. Allí se puede encontrar desde óptica de alta gama hasta ropa técnica de caza, todo elegido por Mr. M en sus viajes cinegéticos internacionales.
The Preserve no solo ofrece caza mayor y menor, sino también recorridos de plato de altísimo nivel, dos zonas de cinco platos cubiertos y calefactados, e incluso la galería de tiro cubierta más larga del país, con 150 yardas y 24 puestos para rifle, pistola, arco y simulador. En total, más de 70 actividades al aire libre: pesca a mosca, caballos, rutas en 4×4, golf…
Porque en The Preserve no hace falta elegir entre vacaciones, familia o afición: aquí se puede tener todo sin salir del monte.
