La Dirección General de Derechos de los Animales presentaba a inicios del mes de octubre su polémico Anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los Animales, cuyo plazo de presentación pública expira este jueves 21 de octubre y con el que pretenden prohibir expresamente el control de los gatos comunitarios, si bien se ha demostrado que son responsables de la extinción de 63 especies de animales.

Estos felinos, que quiere proteger con multas millonarias el Gobierno, son además la segunda causa de la mortalidad de la cerceta pardilla y el propio Ministerio reconoce en la Estrategia para la conservación de la cerceta pardilla, la focha moruna y la malvasía cabeciblanca que los gatos son un peligro para estas especies amenazadas.

En concreto, citan como otras amenazas que pueden tener impacto en la conservación de estas especies «la pesca, debido a la utilización de nasas y redes que pueden causar la muerte de adultos y juveniles; las molestias humanas en la época de reproducción; y la depredación ocasional de huevos, polladas y adultos por parte de jabalíes, zorros, gatos, perros y ratas».

En esa misma línea se han pronunciado algunos expertos como el investigador Juanma Pérez-García, experto en la conservación de especies en peligro de extinción, quien ha advertido a través de Twitter: «Legislar pensando sólo en el bienestar de los animales de compañía puede tener consecuencias muy graves sobre la biodiversidad». Además, ha reiterado que los mismos gatos a los que quiere proteger el Gobierno son los que están acabando con la cerceta pardilla y ha acompañado el mensaje con la imagen un gato con una de estas aves en la boca tomada en el Parque Nacional de Doñana.

La cerceta pardilla es el ave acuática más amenazada de todo el continente. En España, solo podemos encontrala en dos núcleos: Andalucía -en las marismas del Guadalquivir- y en el litoral mediterráneo, sobre todo en los humedales de El Hondo en Alicante y las salinas de Santa Pola. Además de ejemplares aislados en algunos humedales manchegos.

¿Qué dice el anteproyecto de la Ley de Bienestar Animal sobre los gatos?

La nueva normativa impulsada por la Dirección General de Derechos de los Animales considera expresamente que los gatos comunitarios «no son fauna silvestre». Pero hay estudios como el citado que catalogan a los gatos asilvestrados como responsables de la extinción de decenas de especies. Por su parte, el artículo 54.1 del Anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los Animales quiere prohibir «el sacrificio de los gatos comunitarios, salvo por motivos eutanásicos y debidamente certificados por un profesional veterinario».

Además, en el punto 6. del mismo apartado también se prohíbe su «aprovechamiento cinegético» que, como medida excepcional, venía llevándose a cabo en diferentes municipios cuando su población se ha disparado en los últimos años. De salir adelante el proyecto, esos controles de sobrepoblación podrían dejar de realizarse y además supondría un aumento del gasto público, puesto que la normativa pretende obligar a los Ayuntamientos a sufragar su manutención y cuidado.

Las colonias de gatos también son una amenaza para la salud pública

Un estudio publicado en marzo de 2021, demostraba la presencia de Leishmania en gatos callejeros de España. En ese estudio, participó el veterinario e investigador de la Universidad de Zaragoza Sergio Villanueva, que recientemente desentrañó la leishmaniosis felina y otras especies no convencionales en un webinar sobre parasitología.

Ahora, en la revisión científica recientemente publicada, las profesoras de la de la Facultad de Veterinaria UCH CEU Ana AhuirMarilena Garijo y Lola Llobat junto con la alumna Pilar Ruiz, advierten del aumento de la infección por Leishmania en gatos que ha tenido lugar en los últimos años y lo tildan como «un problema emergente de salud pública».

Entre sus conclusiones, las investigadoras destacan que «el aumento de casos comienza a ser preocupante, sobre todo porque los gatos son la segunda mascota más común del mundo».

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