Si ya es difícil hacerse con las patirrojas en nuestros cotos, imagínate hacerte con un hembra que pese… ¡casi 550 gramos! Es lo que le sucedió el pasado fin de semana, en el arranque de la temporada cinegética, al joven cazador castellonense Hugo García Roig. Iba cazando en su coto social, ubicado en las cercanías de la localidad de Benassal, cuando su perra de raza epagneul bretón daba con un bando de perdices.

Si bien el peso de una perdiz roja de tamaño medio oscila entre los 400 y 500 gramos, con una longitud total de 34-39 centímetros en los adultos, el ejemplar que García Roig conseguía abatir alcanzaba en la báscula los 545 gramos. «Cuando la cogí, me quedé alucinado con lo grande que era, a la par que me emocioné mucho, ya que la perdiz roja es escasa en el coto del pueblo», reconoce el cazador en declaraciones a Jara y Sedal.

Según describe García Roig fue un lance «muy bonito» ya que su perra Duna mostró el bando y, cuando levantó la primera perdiz, el cazador consiguió abatirla al segundo disparo tras un bello vuelo de ésta.

¿Por qué era más voluminosa que lo habitual?

El alimento de la perdiz es mayoritariamente de origen vegetal pero con un porcentaje no despreciable de origen animal. Los adultos son eminentemente herbívoros, destacando frutos, semillas, hierba, raíces, flores y hojas, aumentando la ingesta de invertebrados en primavera y verano. Es probable que, al estar cerca de una zona frondosa y con gran cantidad de cereal, la perdiz estuvo bien alimentada en los últimos meses y eso haya hecho que haya crecido mucho en volumen.

Seis perdices muy extrañas cazadas en España

La caza de la perdiz es una de las más practicadas por los cazadores españoles y sólo algunos de los miles de ejemplares que se cazan temporada tras temporada poseen alguna malformación o peculiaridad que hacen que la pieza tome un valor especial. A continuación te mostramos seis perdices muy extrañas cazadas durante las pasadas temporadas de caza y cuyas fotos enviaron los cazadores a Jara y Sedal contando los lances.