Ana Obregón es uno de los nombres del momento en nuestro país y algunos no han dudado en utilizar su caso para ganar protagonismo. Esto es justo lo que ha hecho Sergio García Torres, director general de Derechos de los Animales, el cual parece no haber tenido ningún reparo a la hora de atacar a la actriz, quien perdió a su hijo en 2020 tras luchar durante dos años contra un sarcoma de Ewing.
El «orgulloso miembro de Podemos», tal y como él mismo hace constar en su perfil de Twitter, se ha aprovechado del tirón de este delicado tema en las redes sociales para defender su ley animalista, o lo que es lo mismo, para favorecer a sus propios intereses.
En este sentido, ha publicado un tuit en el que recuerda cuando, en el año 1999, un perro mordió al hijo de Obregón. Poco después, el Partido Popular tramitó la Ley de perros peligrosos, tachada por él como «una ley injusta que será modificada».
Por si fuera poco, el miembro de Unidas Podemos ha aprovechado esta misma publicación para, basándose en su propio juicio, acusar a la intérprete de «comprar un bebé». Así, sin una mera prueba o argumento.
Resulta poco coherente leer algo así cuando, hace escasas horas, la propia protagonista de esta historia ha confirmado que se trata de su nieta, hija de Aless Lequio. Ahora se conoce una realidad que es completamente opuesta a la que Torres quiso vender días antes, tan solo para sacar partido en su propio beneficio. Ni siquiera se tomó la molestia de fundamentar su acusación.
Ana Obregón tiene a su nieta como última voluntad de su hijo
En el momento en el que la noticia saltó a los medios de comunicación, en todos los puntos del país empezó a hablarse de ella. La primera información que salió a la luz fue que Ana, a sus 68 años, había tenido una bebé por gestación subrogada en Miami. Esto generó un gran revuelo en la sociedad, tanto por la edad de la actriz como por la manera en la que había sido concebida. Recordemos que la gestación subrogada es ilegal en España y una buena parte del país está en contra de ella.
Ante todo este debate, Obregón ha decidido aclarar la situación y ha explicado que no se trata de su hija, sino de su nieta. Nació el pasado 20 de marzo y el nombre elegido para ella ha sido Ana Sandra Lequio Obregón. El segundo nombre en recuerdo de su padre y el primero como forma de rendir homenaje a su bisabuela y su tatarabuela, además de a ella misma.
La reciente abuela se ha encargado de contar que tomó esta decisión porque la última voluntad de Aless fue la de traer un hijo al mundo. Así, y en contra de lo que muchos pensaban, ha puntualizado que no se trata de un capricho, sino de cumplir el deseo de su hijo.
Así es la ley animalista respaldada por García Torres
Los dos proyectos en términos animalistas aprobados por el Gobierno ya son una realidad en nuestro país. La nueva Ley de Bienestar Animal y la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal ya constan en el Boletín Oficial del Estado. Estas han sido impulsadas desde el Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030, pero la Dirección General de Bienestar Animal, dirigida por García Torres, ha tenido una gran influencia en ellas.
Los dos textos legislativos suponen un ataque frontal al sector cinegético. Entre sus modificaciones, cabe destacar que se ha extendido la consideración de maltrato animal a todos los animales vertebrados. Hasta ahora, esta solo incluía a las mascotas.
Sin embargo, las múltiples manifestaciones y actos organizados en contra de estos proyectos han conseguido paliar, en cierto modo, sus efectos en la actividad cinegética. Respecto a la primera, la Ley de Bienestar Animal, lograron que los perros de caza quedaran excluidos, algo sobre lo que se había pronunciado Torres.
Fue durante el I Congreso de Derecho de los Animales en el Colegio de Abogados de Madrid, celebrado el pasado mes de junio, cuando aseguró que dimitiría de su puesto si los perros de caza quedaban fuera de esta ley. «Lo digo públicamente, la ley se tumbaría y yo dimito», manifestaba. Una vez se ha consolidado su aprobación y su publicación en el BOE, incluso el voto a favor de Unidas Podemos, el silencio ha sido la única respuesta sobre este asunto.
Sergio García Torres, el director sin estudios puesto a dedo por Pablo Iglesias
No es de extrañar esta actitud si sabemos de dónde viene el Director General de Derechos de los Animales. En el momento en el que fue elegido para el cargo, no pertenecía al Cuerpo Nacional Veterinario ni contaba con formación superior de ningún tipo. Además, en su currículum tampoco constaba que fuera biólogo ni jurista. Tan solo había cursado un módulo de Artes Aplicadas a la Escultura.
Sabiendo esto, ¿cómo pudo acceder a desempeñar estas competencias? Pues bien, la Ley del Régimen Jurídico del Sector Público regula quiénes ocupan los altos cargos dentro de la Administración General y, según esta, deberían hacerlo funcionarios de carrera. A pesar de ello, en uno de sus puntos establece que, en el caso de no encontrar a nadie idóneo en la Administración General, existe la posibilidad de elegir a una persona que no sea funcionaria.
Fue este el apartado que sirvió a Pablo Iglesias, al llegar al Gobierno, para poner a dedo a Sergio García Torres. No cabe duda de que su formación es escasa, pero tampoco de que esto no supuso ningún problema para ser el elegido y fijar su considerable sueldo de 86.108 euros anuales.