El cazador toledano Pedro Manuel Arévalo, de 27 años de edad, no para de buscar desde el pasado viernes 16 de octubre a ‘Castilla’ y ‘Canela’, dos galgas color canela y blanco que le robaron de la explotación ganadera que tienen sus padres en el municipio manchego de Corral de Almaguer.
«Ocurrió el viernes por la noche», comienza explicando el joven. «Cuando el sábado por la mañana fui a atender a los perros, vi que estaba forzada la cerradura y que habían entrado en la finca –en la que sus padres crían ovejas- y se habían llevado los animales», describe Arévalo. En ese momento, se percató de que había sido un robo: «No tuve duda, por eso lo primero que hice fue llamar a la Guardia Civil y denunciar el hecho, pero hasta el momento no han encontrado ninguna pista sobre el paradero de mis galgos», añade.
«Los tenía conmigo para darles una buena vida, para que descansasen»
Arévalo explica que estos galgos no le valían para la caza, ya que uno estaba lesionado de una pata y la otra era vieja, ya que tenía diez años: «Los tenía conmigo para darles una buena vida, para que descansasen, que era lo que se habían ganado dándome satisfacciones años antes», defiende en declaraciones a Jara y Sedal.
«Sospecho que iban buscando a un galgo que es un cachorro y que tengo en casa conmigo, por eso no estaba allí, pero no entiendo por qué se han llevado a estos dos perros cuando no les van a valer para cazar», explica Pedro Manuel, que ya no tiene ganas de cazar esta temporada con su cachorro después de lo ocurrido.
Facilita su teléfono por si alguien tiene alguna pista
«Los tenía de capricho en un corral de 2.000 metros cuadrados para que retozaran y estuvieran al sol. Las sacaba a diario con la bici para entretenerme con ellas…», sigue poniendo en valor el cazador, que facilita su teléfono (695 39 22 77) por si alguien tiene alguna pista sobre su paradero.
Roban seis galgos a un cazador toledano y la Guardia Civil intercepta tres en una furgoneta camino a Badajoz
Antonio Maestre, cazador afincado en Yuncos (Toledo) de 63 años y aficionado a la caza con galgo desde los 14, se quedaba el pasado mes de julio sin un solo perro. «Llegué por la mañana a la parcela donde los tengo y no me habían dejado ni uno», cuenta a Jara y Sedal sobre el robo que sufrió. Horas más tarde, mientras denunciaba el hecho en el cuartel de la Guardia Civil de Illescas, uno de los agentes le comunicaba que habían interceptado una furgoneta en Talavera de la Reina con tres galgos robados. Eran algunos de los suyos. Más información aquí.