La Fundación Artemisan ha dado un paso de enorme relevancia internacional al incorporarse al Consejo Internacional para la Conservación de la Caza y la Vida Silvestre (CIC), una de las entidades más influyentes del mundo en el ámbito de la conservación a través del uso sostenible. Esta adhesión, aprobada por votación durante la 71ª Asamblea General celebrada en Doha (Catar), reconoce su creciente liderazgo en el modelo español de conservación basado en la ciencia, la comunicación y la legalidad.
La noticia ha sido recibida con entusiasmo en el sector cinegético nacional, al suponer el reconocimiento explícito del trabajo que desde hace años viene desarrollando Fundación Artemisan. Según el comunicado oficial del CIC, su incorporación responde al «creciente reconocimiento de Fundación Artemisan como una de las principales defensoras de la conservación de la vida silvestre en España», y destaca su capacidad para combinar «la investigación científica rigurosa con la comunicación estratégica y la defensa legal de la caza».
Relevancia internacional y alianza estratégica
La entidad española pasa a formar parte activa de la División de Ciencias Aplicadas del CIC, desde donde colaborará en el impulso de proyectos alineados con el Plan Estratégico 2030 de la organización y el Marco Mundial de Biodiversidad. El Director General del CIC, Sebastian Winkler, ha subrayado que «Fundación Artemisan fortalece el compromiso compartido con la conservación mediante el aprovechamiento sostenible de los recursos».
Además, ha ensalzado su «credibilidad científica, capacidad de participación pública y sólida visión política», que enriquecerán los esfuerzos globales del CIC en campos como las especies cinegéticas, los medios de vida rurales y la estrategia “One Health”.
Cooperación y nuevas oportunidades
Desde Fundación Artemisan, su presidente José Luis López-Schümmer ha celebrado este acuerdo, destacando que también permitirá al CIC entrar como colaborador de la fundación, fortaleciendo el intercambio de experiencias a nivel global: «Contribuirá a la unión de esfuerzos para seguir defendiendo la naturaleza y el futuro de la caza, no solo en España, sino en todo el mundo».
Este nuevo escenario abre la puerta a sinergias con socios de Europa, Latinoamérica y África en temáticas clave como las especies migratorias, los proyectos LIFE o la participación en los diálogos políticos de la UE sobre biodiversidad, carne de caza y sostenibilidad.
Un hito que coincide con cifras históricas
La incorporación se produce además en un momento de especial protagonismo para la Fundación Artemisan, ya que coincide con la publicación de su nuevo estudio sobre el impacto económico, social y ambiental de la caza en España. El informe, ampliamente difundido en medios de comunicación, revela que la actividad cinegética genera más de 10.190 millones de euros anuales y sostiene cerca de 199.000 empleos.
Unos datos que, según el CIC, «superan significativamente las estimaciones previas de 2016», y que subrayan la relevancia de la caza no solo desde una óptica ecológica, sino también como motor de desarrollo rural y cohesión territorial.