La alerta por la transmisión de la tuberculosis bovina por parte de la fauna silvestre a animales de ganadería ha llegado a tal nivel en Francia que incluso vacunará a tejones salvajes para tratar de frenar esta enfermedad. Esta zoonosis puede incluso transmitirse a los humanos, pero afecta más generalmente a las explotaciones ganaderas a través de los tejones, que pueden cruzar cualquier vallado con facilidad y acceder al lugar donde se encuentran los animales. 

Así, el país galo ha decidido embarcarse en un programa de vacunación para tejones similar al que ya se ha llevado a cabo en Irlanda del Norte durante un lustro y que ha contado con efectos positivos.

En concreto, el Ministerio de Agricultura francés ha financiado este proyecto de vacunación de tejones por valor de 250.000 euros en un área de prueba con unos 100 kilómetros de radio alrededor de la ciudad de Ribérac, en Dordoña -un departamento situado en el suroeste del país-. Esta zona se considera propicia para el desarrollo de la enfermedad y ya se han registrado 14 nuevos brotes de infección en el departamento.

¿Cómo se logra vacunar a los tejones?

Para lograr vacunar a los tejones, primero se colocan trampas para capturarlos, y luego son chequeados por parte de un equipo veterinario. Si éstos están sanos, entonces se le inocula la vacuna de la bilis de Calmette y Guérin -conocida como BCG, que también se usa para vacunar a los seres humanos-. Si los tejones dan positivo por la enfermedad, son sacrificados en el mismo lugar para evitar que la propaguen.

Hay que tener en cuenta que no es la misma especie de este tamaño que transmite la enfermedad, ya que otro animal que cada vez está más presente en nuestros cotos como es el meloncillo también la propaga. De hecho, hace unas semanas este medio se hacía eco de un estudio del Grupo de Investigación en Sanidad y Biotecnología (SaBio) y del Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), desarrollado en colaboración con el Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET – UCM), que detectó la bacteria causante de la tuberculosis por primera vez en meloncillos en España.

Este problema, para el que el control de animales silvestres a través de la caza es la solución, ha creado situaciones dramáticas en los últimos meses también en nuestro país. Y, como ejemplo, el del ganadero de Toledo que envió 300 toros bravos y vacas al matadero porque jabalíes y corzos les transmitieron la tuberculosis, un caso que fue protagonista en este medio hace unos días.