En Francia han vivido un nuevo fracaso en cuanto a su plan del lobo 2018/2023, al menos en lo que respecta a la ganadería. Un más que notable aumento de la población de esta especie ha dejado escépticos a los propietarios de explotaciones ganaderas que incluso han llegado a hablar de «varios miles» de lobos presentes en el país.

Durante el primer año del plan, 2018, la población de los lobos registrada estaba entre los 387 y los 477. Cuatro años más tarde, en 2022, esta cifra se situaba entre los 826 y los 1016. Al borde de dar por finalizado dicho proyecto, Francia ha notificado un aumento del 114% de este número.

Nació para asegurar el bienestar de los ganaderos y de sus rebaños y para combatir un problema que está afectando a muchos países en Europa. A pesar de las medidas puestas en marcha desde su comienzo, los resultados no han resultado ser, ni mucho menos, los que esperaban.

Francia no consigue frenar las consecuencias del lobo

lobos Cantabria
Lobos. © Shutterstock

De este modo, la renovación generacional en la ganadería se hace cada vez más complicada en las zonas con presencia de lobos. Esto es algo que, sin duda, se va a reflejar en la economía de los municipios franceses.

Sin embargo, no son las únicas consecuencias graves que provoca este aspecto. El ganado vacuno y las ovejas son las principales víctimas de los ataques de estos mamíferos. Por esta razón y ante el crecimiento de su población, los ganaderos han pedido al Gobierno francés que ponga en marcha un «verdadero plan de regulación del lobo».

En este sentido, solicitan que se permita el control de las manadas y la caza de algunos ejemplares previamente a los ataques de los lobos. Asimismo, consideran que, ante tales circunstancias, corresponde a las autoridades públicas asumir sus responsabilidades y proporcionarles los medios adecuados para defenderse de manera efectiva.

España no actualiza sus censos

Pese a los malos datos, Francia tiene la oportunidad de conocer cuál es la situación actual y, teniéndolo en cuenta, tomar las decisiones pertinentes para ponerle solución. En el caso de España, no podemos decir lo mismo. La realidad de nuestro país es muy lejana a eso.

El Gobierno español actúa, a día de hoy, sin ningún tipo de base documentada. Los últimos datos facilitados corresponden a hace una década, concretamente al año 2014. Los únicos datos con los que cuentan son una mera estimación, la cual apunta que, como mínimo, 2.500 lobos habitan en su territorio.

Son cifras muy superiores a las que manejan otros países europeos, como es el caso de Suiza o de Alemania, donde han rebajado las medidas de protección para poder prevenir los daños de los cánidos. España, sin embargo, sigue a la cola de Europa y continúa manteniendo al lobo como el gran intocable.

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