Desde la Federación Extremeña de Caza solicitan una modificación en el Decreto 149/2016, de 13 de septiembre, que suponga una solución efectiva para que todos los cotos, tanto privados como sociales, no tengan que asumir los enormes gastos que supone la gestión de los restos de los animales cazados o SANDACH (Subproductos de Origen Animal No Destinados al Consumo Humano).

La entidad solicita que los cotos privados se equiparen a los cotos sociales en las acciones de caza individual como aguardos y recechos, pudiendo enterrar los subproductos sin necesidad de llamar a una empresa para recogerlos. No hay que olvidar que en todas las acciones colectivas de caza mayor, sí que es obligatoria la presencia de una empresa especializada que recoja y elimine estos subproductos. 

Un contenedor para eliminar los restos de animales cazados. © FEDEXCAZA

Esta petición se justifica «porque se considera que principalmente en acciones individuales (aguardo y rececho) la única solución efectiva es el enterramiento», argumentan desde la Federación Extremeña de Caza. «Todo lo que se aleje de esta premisa será imposible de cumplir y por lo tanto ira en perjuicio de la sanidad animal y el control efectivo de los ungulados silvestres, ya que desde el punto de vista sanitario no debería haber distinciones entre cotos privados y sociales», añaden. 

En este sentido, cabe recordar que el Real Decreto 50/2018, que regula la materia a nivel nacional, es mucho menos restrictivo que la norma autonómica, siendo de aplicación exclusivamente a acciones colectivas de más de 40 puestos o 20 piezas por jornada. Por tanto, en acciones como recechos y esperas no establece obligación de eliminar los SANDACH.

Además, se reclama el compromiso de responsabilidad política que los partidos PP, PSOE y Vox firmaron antes de las elecciones de este pasado 2023. En ese compromiso se incluía el cambio de este Decreto que ya fue recurrido en su día por vía Contencioso Administrativo por el propio sector. 

Por otro lado, desde FEDEXCAZA, se solicita también que las inspecciones que hacen los veterinarios y que se realizan en las monterías, sean revisadas. Esto quiere decir que cuando una revisión sale positiva en tuberculosis, se de pie a solicitar los decomisos parciales como se hace en otras comunidades autónomas o como ocurre en animales de abasto. También, que en las inspecciones de campo, en caso de duda, se haga una segunda revisión. 

La Federación Extremeña de Caza pide que se pongan en marcha los grupos de trabajo para avanzar en «un nuevo decreto que mire por el beneficio del sector y la sanidad animal». De esta manera, se contribuiría a evitar el abandono de animales en el campo que podría estar ocurriendo la imposibilidad de cumplir con un decreto que, además, esta suponiendo un enorme coste para sociedades locales, gestores y profesionales.