La Consejería de Fomento y Medio Ambiente inicia las reuniones con la Federación de Caza de Castilla y León para redactar el borrador de la nueva ley de caza que zanjará de una vez por todas la inseguridad generada por los tribunales y el defensor del pueblo.

6/11/2019 | FCCYL

Santiago Iturmendi, presidente de la Federación de Caza de Castilla y León. / JyS

Representantes de la Federación de Caza de Castilla y León asistirán  mañana 7 de noviembre, a la primera reunión que ha convocado la Dirección General de Patrimonio Natural, para presentar las líneas maestras que sustentan el futuro borrador del proyecto de Ley de Caza de Castilla y León, sobre el que se está trabajando desde el comienzo de la nueva legislatura.

Por los continuos contactos que mantienen los responsables de la Consejería con los de la Federación, conocemos que la nueva norma autonómica apostará de manera firme por la actividad cinegética, fundamentalmente porque la caza y la conservación de las especies son totalmente compatibles.

Partiendo de esta premisa inicial, la Ley reconocerá que, además de deporte u ocio, la caza es una actividad generadora de rentas en el medio rural, especialmente en las zonas más despobladas en Castilla y León, y por lo tanto contribuye al asentamiento de población en esos territorios. Por otra parte, la norma valora la caza como muy útil para prevenir los daños a la agricultura, a la ganadería, a la seguridad vial y para evitar la propagación de enfermedades que incluso pueden llegar a los seres humanos.

Argumentada y justificada la necesidad de la caza sostenible, el principal objetivo de la Ley debe ser hacerla impermeable a determinados sectores de la sociedad que buscan imponer su ideología por encima de la mayoría que representa la voluntad popular a través de los legisladores, presentando demandas continuas contra la regulación de la actividad poniéndola en peligro, a nuestro entender injusta y temerariamente.

Los cazadores queremos también ser protagonistas en la nueva Ley, y la Federación de Caza de Castilla y León, como única entidad que representa de forma reglamentada, democrática y cualitativa a los cazadores, aún más. Reivindicaremos ventajas verdaderamente interesantes para los cazadores federados. El reconocimiento legal de la Federación como entidad colaboradora de la Administración, por la trayectoria y la fuerza social que representa, será un buen punto de partida.

Somos conocedores, y así nos lo ha trasmitido ya la Consejería, que la Federación va a ser clave en el seguimiento de las especies, aportando datos sobre la socioeconomía de la caza y colaborando con la Administración, a través del colectivo de cazadores federados y donde sea necesario, en el control de las poblaciones silvestres por daños que requieran la declaración de emergencia cinegética.

Con independencia de lo anterior, la nueva Ley debe reglamentar cuestiones que se han demostrado no viables o que generan problemas para la actividad y actualizar otras que han quedado obsoletas. La simplicidad y la concreción son dos principios que deben primar en una norma que regule la caza.

Confiamos en que el actual equipo de la Consejería, que ya tiene una experiencia muy importante, nos ofrezca un buen borrador. Sin duda ha habido errores en el pasado, pero en las últimas decisiones que ha adoptado la Consejería no se puede negar valentía y una apuesta decidida por la caza. Esperamos que se apruebe una buena ley y, lo que es fundamental, que se haga pensando en los cazadores, las especies y el respeto al medio ambiente.