La empresa JJ Gómez Caza, dirigida por el cazador José Javier Gómez, ha compartido a través de su cuenta de Facebook un interesante vídeo protagonizado por un jabalí que, de forma sorpresiva, desapareció después de muerto, tal y como narran desde la orgánica en el mensaje que acompaña a la filmación. En ésta, tomada con visión térmica, se ve cómo el animal cae en lo que se presuponía era un certero disparo, pero finalmente se fue del lugar tras siete minutos tumbado.

Este «calentón de agujas» -como así lo definen desde JJ Gómez Caza- se produjo en un macareno «viejo, con poco peso ya, pero con una boca de infarto», señalan. «Esperamos un tiempo a que se pusiese de lado, disparamos y cayó completamente seco», describen desde la orgánica. «Nosotros somos muy cautos cuando disparamos cualquier animal, nos quedamos observándolo con detenimiento unos minutos por si diese algún atisbo de rehacerse, pero incluso dos o tres minutos más tarde, seguía inmóvil y nos dispusimos a ir a por él», detallan.

Su reacción tras ver que el animal no estaba: «Nos miramos atónitos»

Tenían delante de ellos unas peñas que rodear desde su apostadero: «Hasta el jabalí tardaríamos entre seis y siete minutos, y nuestra sorpresa fue que, llegando, nos miramos atónitos, ya que el jabalí no estaba allí», relatan. «Había bastante sangre en el disparo y muy poca por donde huyó, por lo que creemos que si fuese un tiro de agujas no suelen darla. No podíamos creernos lo que había ocurrido», añaden.

En ese lugar de espeso monte, decidieron regresar al día siguiente «ya que es muy peligroso adentrarse con un jabalí de ese porte», explican. «Para nuestra sorpresa, solamente había sangre en el disparo, un buen charco; a treinta metros de su huida, dejó unos restregones, pero se perdió en la espesura y no había ningún rastro de sangre más. Todavía no lo hemos podido cobrar…», se lamentan, tildando el hecho de «increíble pero cierto».