La enfermedad hemorrágica epizoótica es una enfermedad causada por un virus, transmitida por mosquitos, que afecta a rumiantes domésticos y salvajes pero que no se transmite a las personas y que ha saltado los últimos días a la actualidad debido a la aparición de algunos casos en Andalucía y otros posibles en Badajoz y Ciudad Real.

La EHE, en ciervos, gamos y corzos, puede causar fiebre, pérdida del apetito y del instinto de huida, lesiones congestivas, rojizas, en la boca y nariz, lengua azulada, abortos y animales morinatos, entre otros, y, aunque no se han registrado mortalidades masivas y explosivas en rumiantes silvestres en España, conviene monitorizar su situación y evolución.

Por ello, Fundación Artemisan, el IREC y la RFEC han elaborado, en coordinación con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y las comunidades autónomas, un documento que recoge qué hacer y qué no hacer ante la posible detección de casos de la enfermedad.

Recomendaciones

En el caso de avistar un posible caso, se recomienda comunicar inmediatamente las sospechas, en particular en caso de mortalidades masivas y/o explosivas o casos en zonas no afectadas previamente, a la autoridad competente (agentes medioambientales, Oficina Comarcal Agraria, servicios de sanidad animal, etc.).

Además, por motivos de bienestar animal, se recomienda abatir los individuos enfermos de gravedad, siempre que se disponga de las autorizaciones pertinentes para ello. También es importante rellenar un formulario que estará disponible desde el 17 de julio de 2023 y que se difundirá por redes sociales y otros medios.

Entre las recomendaciones de lo que no se debe hacer, el documento recuerda que no se debe administrar ningún antibiótico, ya que no son efectivos contra los virus, y tampoco se debe actuar en las charcas (fumigado, desecado ni aplicación de insecticidas) puesto que es una acción inútil contra este tipo de mosquito, ya que su hábitat no es este.

Asimismo, no se deben concentrar puntos de suplementación de alimento y agua, puesto que, a mayor densidad de animales, más hospedadores habrá susceptibles de ser infectados, y tampoco se deben realizar movimientos de cérvidos entre terrenos cinegéticos, sobre todo desde zonas afectadas o de riesgo, a zonas libres de enfermedad.

Cabe destacar que el próximo lunes se habilitará un formulario que permitirá reunir información para monitorizar la enfermedad y su evolución en la península en los próximos meses, por lo que se pide la máxima colaboración de los cotos de caza, a los que se les recuerda que es una enfermedad de declaración obligatoria y que, en ningún caso, su aparición supondrá restricciones en materia de caza o gestión del acotado.

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