Lo que ocurrió el pasado domingo, 3 de enero, en un coto de caza menor cercano a la localidad madrileña de Cenicientos, fue uno de los rescates más espectaculares que hemos visto en Jara y Sedal en los últimos tiempos. Ese día, un grupo de jóvenes cazadores del coto tuvo que ingeniárselas para rescatar a una de sus podencas, de nombre Kity y de 11 años de edad, que había quedado atrapada bajo una de las múltiples y grandes piedras que pueblan la zona.
«La podenca iba tras un conejo y, al meterse debajo de una piedra a por él, ya no pudo salir. En ese momento, los jóvenes cazadores se pusieron manos a la obra para rescatarla, aunque con muchas dificultades, incluso las de un vecino de la zona que estaba en caravana y que les amenazó incluso con llamar a la Guardia Civil, pero ellos lo único que querían era salvar a su perra», explica Fernando Martínez, uno de los miembros del coto de Cenicientos.
Para ello, fueron a su casa a por un martillo, un cortafríos y un pistolete y no cesaron en su empeño de rescatar al can, algo que finalmente lograron como se puede apreciar en la grabación que han facilitado a Jara y Sedal.
Otro rescate en diciembre: un perro de caza cae a un pozo y su dueño se juega el tipo para sacarlo
El pasado sábado, 5 de diciembre, varios cazadores perdían a uno de sus perros durante una montería celebrada en las cercanías de la localidad ciudadrealeña de Valdemanco del Esteras. Al final de la jornada cinegética uno de los rehaleros echó en falta a un podenco cruzado con mastín y, tras varias horas de búsqueda, finalmente dio con él en un pozo gracias al collar GPS que llevaba instalado. Así nos lo contaron.
Así rescataron cazadores y rehaleros a otro perro que cayó a un pozo en una montería
Seis cazadores rescataron hace un año, en una montería que se estaba celebrando en la finca ‘Las Minas de San Nicolás’, en la zona del Valle de la Serena (Badajoz), a uno de los perros de la rehala después de que éste se precipitase a un profundo pozo. El rescate fue grabado en vídeo por los propios protagonistas, que lo enviaron a Jara y Sedal para su difusión.
