A mediados de noviembre alguien entraba en la finca donde Juliana tiene sus perros de caza y envenenaba a Kiro, un Drahthaar de 3 años que, tras unas semanas, de lucha esta mañana ha fallecido. La cazadora ha estallado contra el autor de su muerte: «Si querías hacer daño lo has conseguido».

5/12/2019 | Redacción JyS

Juliana junto a Kiro, el perro al que han envenenado. / J. C.

Juliana Carrasco, una rehalera de 29 años que reside en Caniles (Granada), ha perdido esta mañana a uno de sus perros preferidos: Kiro, un Drahthaar de 3 años que había criado desde que era un cachorro.

«Si querías hacer daño lo has conseguido», ha escrito esta misma tarde en su página personal de Facebook, denunciando el hecho. «Nos has destrozado. Tanto a nosotros como a mis hijos, que esta mañana han ido al cole con lágrimas en los ojos. Has acabado con una vida inocente», ha añadido sobre la dramática situación con la que hoy ha tenido que lidiar.

Envenenaron a su perro con raticida

Juliana encontraba el 21 de noviembre «tristón» a su Drahthaar . «Era un perro muy guardián, muy activo y ese día estaba muy apagado», nos cuenta la joven por teléfono con un tono de voz apagado y un nudo en la garganta.

Apenas le sale la voz y ante nuestras preguntas tiene que parar de hablar de vez en cuando para no emocionarse. En un primer momento pensó que podría haber sido un atracón de comida. «Pensé que había sido mi suegra, que esos días estaba en el cortijo donde tenemos la rehala y que igual le había echado mucho de comer y estaba molesto», nos cuenta. Lamentablemente, tres días más tarde Kiro comenzó a vomitar sangre. Juliana lo llevó al veterinario y el perro permaneció ingresado toda la semana, hasta el viernes 29. Aunque pasó el fin de semana mejor, «esta mañana lo saqué a las 8 y se cayó redondo al suelo. Lo cogí y lo metí en casa mientras vestía a mi hijo para llevarlo al colegio. Cuando he vuelto para llevarlo al veterinario ya estaba muerto», nos cuenta muy afectada.

«El veterinario nos dijo que el anticoagulante que probablemente le hayan dado –veneno para ratas– hace efecto como una semana después de haberlo ingerido. Por lo que quien se lo administrase lo habría hecho a mediados de noviembre», relata. Juliana y Rubén, su marido, tenían la esperanza de que saliera adelante, «Kiro era un perro fuerte, un perro de 10, pero ese veneno ha podido con él», se lamenta.

Kiro durante su ingreso en la clínica veterinaria y el justificante de la propia clínica. / J. C.

Kiro, el preferido de sus hijos y su marido

Aunque no saben quién ha podido ser, sí tienen alguna sospecha y, tal y como nos cuentan, han atacado a este y no a otro «porque era el más accesible. Kiro estaba en la parte más cercana a la puerta de acceso», detalla la dueña.

Kiro tenía tres años y Rubén, el marido de Juliana, solía cazar con él perdices y conejos. «Mi padre también era cazador y tenía una Drahthaar. Y marido quería un perro de la misma raza». Por esa razón, hace ahora tres años, se decidieron a comprarlo en las Navidades de 2016 y lo criaron en casa.

Su familia se encuentra destrozada: «Puse la denuncia del envenenamiento. Ahora por desgracia tengo que poner la de su muerte. Una muerte causada por algún desalmado». «Solo me queda decir: Kiro, descansa en paz. Te vamos a echar mucho de menos», finaliza la joven.

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