Si bien la práctica del furtivismo es algo que ha ido enfrentado al mundo de la caza desde sus anales, la figura del furtivo actual está muy lejos de las de aquellos que capturaban animales ilegalmente para poder ganarse la vida o simplemente conseguir algo de alimento para sus familias. Fue el caso de Simón El Andano, uno de esos personajes únicos que inmortalizó RTVE en un reportaje dedicado a la montería española.
Las imágenes han sido rescatadas de la videoteca de la cadena pública para deleite de todos los amantes de la historia y de nuestro pasado más reciente. En concreto, se trata de un corte del documental dedicado al mundo de montería y la caza, dirigido por Javier Aguirre y presentado por Jaime de Foxá con locución de Rafael de Penagos perteneciente a la serie Conozca usted España.
Simón fue «uno de los hombres que más monteó por su cuenta y riesgo», explicaba el espacio. «Si la montería es un deporte en el que se utilizan decenas de hombres y animales, el furtivo se basa y se sobra a sí mismo», relataba.
«Me llamo El Andano porque lo traigo de herencia. A mi abuelo lo llamaban El Tío Andano, y mi padre Simón El Andano, que se llamaba como yo, y por eso me llaman a mí así, porque mi abuelo andaba mucho», explica en el reportaje el furtivo, de 77 años. «Soy furtivo desde que tenía ocho años», explica. «Soy hijo de una cierva, porque al andar mi padre como andaba, con las reses envuelto…», dice entre risas.
«Soy furtivo porque me gusta mucho la carne de venado, unos chorizos que hacen ahora de venado que están riquísimos (…) Me han cogido alguna vez y me han puesto una multa pequeña porque yo he sabido tratar muy bien con quien me ha cogido», señalaba. «Fui guarda, muy bueno para mí el primero, para los furtivos y para los amos. Con los tres he cumplido muy bien», dijo en el espacio.
Por último, el hombre cuenta una anécdota acaecida con el Conde de Yebes: «Una mañana, salimos de rececho el señor Conde y yo, y llegamos al Risco del Cuervo y allí había un corzo comiendo, y le dije que se quedase quieto. Le dimos la vuelta y al asomar, estaba el corzo a unos diez metros. Y le disparó y le marró. Salió el corzo corriendo y dijo que le había matado… pero no». El furtivo protagoniza también frente a la cámara el reclamo de animales como el ciervo.