Aunque ya se había registrado algún caso anteriormente en nuestro país, según hemos informado en Jara y Sedal, nunca antes se había descrito científicamente un brote de la enfermedad de Aujeszky dentro de nuestras fronteras. Un nuevo artículo de investigación publicado por la veterinaria Elena Diéguez, de la clínica Anicura Abros, en Ourense, ha descrito la primera serie de casos clínicos de esta afección en una rehala de perros de caza.

El trabajo analiza el contagio de 13 perros de caza tras morder un jabalí, los principales diagnósticos de cada uno de ellos, la sintomatología y la identificación de virus Herpervirus suis tipo 1. Tal y como recuerda la investigadora, en Europa, la enfermedad de Aujeszky o pseudorrabia se encuentra bajo programas de control o erradicación en el ganado porcino doméstico y se cree que el jabalí es el principal reservorio del virus. Esta nueva investigación viene a reforzar esa idea.

Según el estudio, la rehala estaba formada por 14 perros de caza, que compartieron cacería siete días antes de que el primer perro llegara a su clínica veterinaria. Diéguez explica que 13 de ellos participaron activamente en el agarre a un jabalí. Doce de ellos mostraron diarrea, vómito, vocalización, ataxia, ptialismo, disnea, rigidez cervical, prurito y edema facial entre el 4º y 5º día posteriores a la jornada de caza. Todos ellos murieron o fueron eutanasiados durante las siguientes 48 horas a la aparición de los primeros síntomas. El único que no participó en el agarre al jabalí, aunque estuvo en contacto estrecho con los otros perros, no llegó a enfermar.

Así afecta la enfermedad de Aujeszky a los perros tras morder a un jabalí infectado

Tal y como recuerda Elena Diéguez en su trabajo, la enfermedad de Aujeszky es infecciosa y está causada por Herpesvirus suis tipo 1, familia Herpesviridae y subfamilia Alphaherpesviridae. Fue diagnosticada por primera vez en 1902 por el veterinario húngaro Harold Aujeszky, que la detectó en un perro. Desde entonces se han identificado brotes de esta enfermedad en diferentes especies en Norteamérica, Sudamérica, África y Europa.

¿Cómo afecta al perro? El virus penetra a través de las terminaciones nerviosas en la mucosa oral y se propaga hasta el cerebro a través de los axones nerviosos produciendo una encefalitis no supurativa, además de afectar otros órganos como el tracto respiratorio y el aparato digestivo.

La veterinaria recuerda que los jabalíes son hospedadores naturales y el principal reservorio y otras muchas especies de mamíferos, incluso algunas aves, son hospedadores eventuales, generalmente con un desenlace fatal. En especies diferentes a los jabalíes, el periodo de incubación es de 2 a 7 días, la muerte sobreviene en pocas horas desde la aparición de los primeros síntomas y el prurito focal perioral, en el punto de penetración del virus, a menudo está presente y es el signo clínico más característico.

«No se trata de una zoonosis y aunque está demostrada la seroconversión en algunos casos, no hay evidencias de replicación significativa del virus en el cuerpo humano», explica Diéguez en su trabajo.