La Agrupación de Profesionales del Turismo Cinegético y Turismo Rural de Campo de Montiel, así como la mayoría de pymes de actividad económica de esta comarca, han emitido un comunicado donde solicitan a la Consejería de Desarrollo Sostenible la declaración de la caza en Castilla-La Mancha como actividad esencial.
Estos empresarios se han visto ante la necesidad de anunciar que «ante la gravedad de la crisis sanitaria y la crisis económica que se deriva de ella, peligran miles de jornales y puestos de trabajo así como la economía del medio rural y su estabilidad como comarca, ya que la actividad cinegética es parte esencial de la comarca Campo de Montiel», según ha informado la Fundación Artemisan.
Además de solicitar que la caza se declare como actividad esencial, piden al Gobierno regional que se amplíe la temporada cinegética hasta el mes de marzo, dado que podría paliar en parte las pérdidas económicas que se están derivando.
Recuerdan que la caza en el Campo de Montiel es uno de los motores, sino el principal motor de desarrollo, suponiendo unos ingresos directos y un complemento de renta básico para esta zona deprimida. A los cientos de puestos de trabajo y miles de jornales, se une la economía inducida que la caza genera en la hostelería, gasolineras, tiendas, entre otros, afirman.
Estos empresarios argumentan que más allá del aspecto económico, la caza se debe declarar esencial porque es «imprescindible» para el control de las poblaciones de especies cinegéticas que provocan cuantiosos daños sobre los cultivos agrícolas, sobre las personas provocando miles de accidentes de tráfico o provocando cada año zoonosis y epizootias que pueden afectar también a la salud humana.
Finalmente, recuerdan desde Artemisan que el sector cinegético ha realizado uno de los protocolos más estrictos de los diferentes sectores que componen el medio rural, suspendiendo o limitando todas las actividades sociales (sorteos, desayunos, comidas, reuniones en juntas de carne…) que se realizan en torno a la actividad, por lo que los riesgos de contagio en una actividad al aire libre y con estas restricciones son mínimos, «por no decir casi nulos».