La noche del pasado miércoles al jueves se convirtió en escenario de un altercado que parecía sacado de una película de espías, con dos furtivos cubriendo sus rostros con máscaras y equipados con visores térmicos y silenciadores. Hablamos de una reciente operación nocturna en Los Barrios (Cádiz), con dos furtivos interceptados por los guardas de una finca privada.

El terreno abrupto de la sierra presentó un desafío para el equipo de guardería, que tuvo que perseguir a los furtivos más allá de los límites de la propiedad. La Guardia Civil, alertada por los guardas, se movilizó rápidamente desde el Cuartel de Tarifa para apoyar en la captura de los dos hombres que ocultaban su rostro para tratar de no ser identificados.

Una rápida intervención de la Guardia Civil, clave para interceptar a los furtivos

La rápida respuesta de la Guardia Civil fue crucial para el éxito de la operación. Los agentes, acostumbrados a enfrentarse a situaciones de riesgo en la lucha diaria contra el furtivismo, demostraron una vez más su eficacia y compromiso con la protección del patrimonio natural.

La colaboración entre los guardas privados y las fuerzas de seguridad es un componente vital en esta lucha, y este caso subraya la importancia de mantener una vigilancia constante y una rápida capacidad de reacción.


La Guardia Civil detiene a un furtivo que huyó en un quad con la matrícula tapada tras abatir un ciervo


La investigación sigue su curso y se espera que los detalles adicionales que surjan arrojen luz sobre las posibles redes de furtivismo que operan en la región. Mientras tanto, los responsables de los cotos de caza de la zona y las autoridades continúan en alerta, decididos a proteger la rica biodiversidad que hace de Los Barrios y su entorno un lugar único y valioso para la conservación.