En plena comarca de Odra-Pisuerga, en la provincia de Burgos, agentes del SEPRONA llevaron a cabo una intervención que ha evitado la captura ilegal de numerosas aves silvestres. Todo comenzó tras recibir una alerta ciudadana que activó un discreto operativo policial. El resultado: la detención de un hombre de 52 años como presunto autor de un delito contra la flora y la fauna.

La actuación tuvo lugar en una parcela rústica utilizada como huerto, donde los agentes localizaron una trampa cuidadosamente camuflada entre árboles frutales. La estructura estaba formada por una red japonesa, de color negro y difícil de detectar, que habría sido instalada con la intención de atrapar aves de forma masiva e indiscriminada.

Un método prohibido

La red japonesa es un arte prohibido y expresamente vetado por la legislación ambiental española por su carácter no selectivo. Su diseño, casi invisible al ojo humano, permite capturar a cualquier ave que atraviese su campo de acción. En este caso, los agentes comprobaron que un gorrión común (Passer domesticus) había quedado atrapado, aunque también hallaron restos de otras aves, lo que evidencia un uso reiterado de esta técnica.

© Guardia Civil

Según detalla la Guardia Civil, el operativo culminó tras una investigación que incluyó inspecciones en la zona, entrevistas a vecinos y labores de vigilancia. Gracias a ello, se identificó y localizó al autor de los hechos, quien habría estado usando esta red de manera habitual para capturar aves.

Delito contra la fauna silvestre

Los hechos están tipificados como delito en el Código Penal, al implicar el uso de un medio de captura prohibido. La Guardia Civil recuerda que «la red japonesa está considerada como método no selectivo y arte prohibida». Su uso, tenencia e instalación está vetado en todo el territorio nacional, tanto por la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad como por la Ley 4/2021 de Castilla y León.

© Guardia Civil

La intervención se saldó con la retirada y decomiso de la red, así como con la apertura de diligencias contra el detenido, que deberá responder ante la justicia por estos hechos.

La importancia de la colaboración ciudadana

Una vez más, la colaboración ciudadana ha resultado clave. La Guardia Civil insiste en que «cualquier información puede marcar la diferencia» y pone a disposición de la ciudadanía herramientas como el teléfono 062 o la app AlertCops para comunicar de forma anónima posibles delitos ambientales.

© Guardia Civil

Gracias al aviso recibido, el SEPRONA ha evitado que más aves cayeran víctimas de esta trampa ilegal. La rápida actuación ha permitido poner fin a una práctica tan dañina como injustificable para la biodiversidad de la zona.

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