El SEPRONA detuvo, este lunes 1 de febrero, a un hombre de 37 años vecino de Zaragoza que estaba furtiveaba en un terreno donde ni siquiera se permite la caza. Las dos patrullas tuvieron que emplear más de una hora para localizar al detenido que, tras deshacerse de los animales que había abatido en el lugar, huyó a pie y se escondió en una zona boscosa con el arma cargada hasta que fue detenido.

Según informa Heraldo -que se hace eco de una nota de prensa de la Benemérita-, la central del 062 de la Guardia Civil de Zaragoza recibió varias llamadas telefónicas de diferentes ciudadanos en relación a una persona que se  encontraba furtiveando en un terreno de graveras del barrio de Garrapinillos, en la ciudad de Zaragoza y próximo al canal Imperial de Aragón, siendo este terreno no autorizado para la práctica de la caza.

El furtivo huyó a pie

Una patrulla del Seprona, alertada por estos hechos, se trasladó al lugar, tal y como explica la Guardia Civil en su nota de prensa, y observó cómo el furtivo, al percatarse de la presencia de los agentes, inició la huida a pie desobedeciendo las  indicaciones que estos le hacían de deponer su actitud y entregar el arma, ocultándose entre la espesa vegetación para tratar de dificultar su localización.

A la búsqueda se sumó una patrulla de seguridad ciudadana de la Guardia Civil de Utebo y tras más de una hora de batida, fue localizado, escondido entre los arbustos, tapado con ramas y con la escopeta todavía cargada.

Escondió entre la vegetación un saco con cuatro conejos

Durante la huida, el furtivo arrojó entre la vegetación un saco de plástico que contenía cuatro conejos. Por estos hechos, este hombre de 37 años y vecino de Zaragoza, al que le constaban antecedentes por varios delitos contra el patrimonio, fue detenido como presunto autor de un delito de desobediencia grave a agentes de la autoridad.

De este hecho se ha dado cuenta al Servicio Provincial de Agricultura Ganadería y Medio Ambiente, por varias infracciones a la normativa de caza. El arma intervenida ha sido depositada en la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil de Casetas y los animales abatidos fueron destruidos conforme a la Ley de Caza de Aragón.