Desde hace unas semanas, el fantasma del desabastecimiento generalizado planea sobre los consumidores. La crisis energética de los últimos meses, la escasez de contenedores y el aumento del consumo online son solo algunas de las razones que han hecho que el mercado del transporte y del abastecimiento colapse. Hasta lo de ahora, los cazadores españoles no se habían visto afectados por este problema, pero la falta de productos ya empieza a afectarles, especialmente con la munición metálica empleada para cazar con rifle.

Algunas distribuidora de munición, como Excopesa, han enviado circulares a las armerías para alertar de que «debido a la actual situación de sobredemanda del mercado norteamericano, la escasez y el incremento de precios de materias primas (metales) y otros componentes, se ha generado una situación insólita de desabastecimiento de munición y espiral inflacionista a nivel global».

Pedro Morrás, secretario de la Federación Sectorial Armera, reconoce a Jara y Sedal que el problema no es exclusivo del sector cinegético: «Hay falta de materias primas, desabastecimiento, importaciones limitadas… pero no es un problema exclusivo del sector». Los precios de mercado de esas materias primas se han disparado por un excepcional aumento de la demanda y hay componentes como el latón o el estaño, imprescindibles para la fabricación de la munición, que escasean en el mercado.

La acaparación, parte del problema

Parte del problema que afecta a la munición de rifle procede precisamente del miedo a un futuro colapso mundial, lo que ha hecho que los tiradores de Estados Unidos compren más de la que necesitan para almacenarla. Los calibres más afectados son los más populares, como el 7mm. Remington Magnum, el .300 Winchester Magnum, el 30-06 Springfield y el .270 Winchester.

Iker Ortiz, propietario de la armería Lejarazusport.com, reconoce a Jara y Sedal que «faltan muchas puntas y muchos calibres, el .270 WSM, por ejemplo, es terrible». Y lanza una recomendación a los cazadores: «lo mejor es comprar varias cajas de una sola vez, porque así nos aseguraremos estar abastecidos y tener una regularidad en la munición, al ser todas del mismo lote».

La munición de escopeta no escasea

Otro de los aspectos en los que coinciden todas las fuentes consultadas para esta noticia es que el desabastecimiento no afecta a los cartuchos de escopeta. Según Pedro Morrás, «las fábricas se encuentran a pleno rendimiento y no hay problemas para abastecer a las armerías». Esta garantía de aprovisionamiento también se da, en gran medida, porque a diferencia de la munición metálica España sí fabrica sus propios cartuchos, lo que hace que no dependa del mercado exterior aunque, evidentemente, sí esté afectado por los incrementos de precio de las materias primas. Por otro lado, Íker Ortíz asegura que ni la óptica ni las armas se están viendo afectadas por la temida escasez, por lo que de momento los niveles de stock son los habituales.