La Guardia Civil de la Comandancia de Burgos ha intervenido tres rifles, tres visores térmicos y dos cabezas de corzo en la provincia de Burgos durante los controles que ha llevado a cabo en los meses de marzo y abril en la región con el fin de erradicar el furtivismo en la zona.

Sin fecha de captura y mal colocado

Según ha informado hoy Europa Press, fruto de estos controles y de la colaboración ciudadana los agentes intervinieron dos cabezas de machos de corzo recién abatidos que, aunque portaban un precinto, uno no tenía cumplimentada la fecha de su caza y, además, ambos estaban incorrectamente colocados lo que permitía su reutilización. En esta mismo operación también intervinieron los precintos, las armas y el propio ‘trofeo’ para su remisión al CRAS de Burgos.

Una de las cabezas de corzo intervenidas por la Guardia Civil. © Guardia Civil

Según determina la ORDEN MAM/829/2011, de 13 de junio, por la que se establece el sistema de precintado de piezas de caza mayor en Castilla y León, para la correcta utilización de los precintos «la brida deberá ser insertada en la dirección de anverso (enter) a reverso, tirando de ésta por la parte dentada hasta abrazar firmemente el punto de colocación de forma que no exista holgura». Además, «previamente a la colocación del precinto se recortará con una navaja o tijera la fecha de la captura (día y mes) tanto en el precinto propiamente dicho como en la matriz», algo que probablemente no habría realizado correctamente la persona denunciada.

Pillados apagando las luces del coche y con visores térmicos

Por otro lado, otra patrulla detectó la circulación de dos vehículos que accedían a un determinado coto de caza por un camino, de noche, apagando todas las luces. Uno de ellos fue interceptado, portaba un rifle en el maletero fuera de los supuestos permitidos y, además, no supo dar respuestas coherentes del motivo de hallarse en el lugar, según ha detallado la Benemérita en un comunicado.

Por último, se han levantado tres actas de denuncia más como resultado de otras acciones, lo que ha permitido la intervención de tres visores térmicos cuyo uso se encuentra prohibido durante el ejercicio de la caza.

Un investigado por abatir un corzo en un coto que no era el suyo

Por otro lado una persona ha sido investigada como presunta autora de un delito relativo a la fauna y la flora al cazar en un coto privado sin autorización. Sucedió en la comarca Odra-Pisuerga de la provincia de Burgos. Una patrulla de la Guardia Civil acudió al lugar en respuesta a la llamada telefónica de los arrendatarios del terreno que afirmaban haber sido testigos de un lance de caza en el que se abatía un corzo en su terreno.

Los agentes verificaron la documentación del supuesto infractor y la del arma que portaba, ambas en vigor. No obstante, en cuanto a los permisos necesarios, el hombre estaba autorizado para el rececho del corzo en un acotado distinto al que se encontraba, por lo que habría traspasado los límites y abatido al cérvido fuera de aquel, por lo que le fueron intervenidos el arma, el precinto y la pieza abatida.