La Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales continúa su recorrido normativo. Este jueves 26 de junio, el Gobierno ha hecho público el esperado borrador del Real Decreto que la desarrolla y que contiene, entre otros aspectos relevantes, la regulación del curso de tenencia responsable de perros, un requisito que deberán cumplir todos los propietarios, salvo contadas excepciones.

El texto llega tras varios meses de espera. Aunque el Ejecutivo anunció a principios de semana su intención de someter a consulta pública el desarrollo reglamentario de la ley y el decreto de identificación animal, el primero no estuvo disponible en la web hasta este jueves. El documento, de 89 páginas, dedica un capítulo completo y un extenso anexo a detallar en qué consistirá el curso obligatorio para los propietarios de perros.

Según se establece en la disposición transitoria tercera, el curso será exigible seis meses después de que el Ministerio ponga en marcha la plataforma digital destinada a su impartición. A partir de ese momento, ninguna persona podrá comprar, adoptar o recibir en cesión un perro, ni inscribirse como su titular, sin haber superado previamente esta formación.

Quién debe hacer el curso y cómo será

El curso será gratuito y se podrá realizar de forma telemática, aunque también se contempla que otras entidades autorizadas lo impartan de manera presencial si así lo desean. Su validez será ilimitada en el tiempo y servirá para todo el territorio nacional. El Ministerio también prevé que las entidades locales faciliten los medios a quienes no dispongan de acceso a dispositivos electrónicos.

Las personas que ya tengan perros cuando entre en vigor la exigencia del curso no estarán exentas: deberán hacerlo si no pueden acreditar haberlo superado con anterioridad. No obstante, hay algunas excepciones. No tendrán que cursarlo quienes tengan titulación en veterinaria, quienes estén inscritos en el registro de profesionales del comportamiento animal o en el de criadores.

Para superar el curso, será necesario aprobar un examen final tipo test sobre los temas abordados. Una vez superado, se expedirá un documento acreditativo con validez legal. En el caso de que lo emita una entidad distinta a la Administración Pública, deberá constar igualmente la mención a esta como garante.

© Shutterstock

Qué incluye el curso obligatorio para dueños de perros

El anexo I del borrador establece el contenido mínimo del curso, que tendrá una duración de al menos cuatro horas lectivas. La formación se divide en seis bloques temáticos. El primero de ellos aborda las cuestiones previas a la tenencia: obligaciones legales, costes económicos, esperanza de vida del perro, necesidades diarias, compatibilidad con el hogar y el papel del animal en la familia.

El segundo bloque está centrado en la elección del animal. Se analizan los factores que deben tenerse en cuenta antes de adquirir un perro, como la edad, tamaño, raza, carácter o esperanza de vida, así como la convivencia con niños, mayores o personas dependientes.

En el tercero se explican aspectos de salud y cuidados básicos: fisiología, vacunación, urgencias frecuentes, alimentación, higiene y seguridad en el hogar. También se incluye el ejercicio, el enriquecimiento ambiental y el juego como parte del bienestar del perro.

El cuarto bloque trata sobre el manejo y socialización, con contenidos sobre lenguaje canino, vínculo humano-animal, educación básica, paseo, uso de la correa, transporte y manejo de alteraciones de comportamiento. El quinto se centra en cuidados específicos para cachorros y perros mayores, y el sexto en las responsabilidades del titular, incluidas las prohibiciones, el acceso a espacios públicos y los requisitos para viajar con el perro.

El periodo de alegaciones ya está abierto

El Ministerio ha abierto un periodo de consulta pública que se extenderá hasta el 16 de julio. Durante estas tres semanas, cualquier ciudadano podrá presentar alegaciones al texto a través de un formulario oficial disponible en la página web del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.

El objetivo es que los ciudadanos puedan participar en la mejora de una normativa que ha generado una fuerte división social. La obligatoriedad del curso y otros puntos conflictivos del reglamento como la obligatoriedad de contar con un seguro para perros han sido duramente criticados por veterinarios, adiestradores y propietarios de canes, que consideran que la norma añade aún más burocracia y desembolso económico para quienes quieran poseer un perro.

A pesar de ello, el Ministerio defiende la medida como un paso imprescindible para garantizar el bienestar animal y reducir los índices de abandono.

¿Y los gatos y otros animales?

Además del curso para dueños de perros, el artículo 9 del borrador contempla que el Ministerio pueda aprobar mediante orden ministerial cursos similares para otros animales de compañía, como gatos o hurones. La decisión de implantarlos, así como sus contenidos, se determinarán en un desarrollo posterior si se considera necesario.

Con ello, el Gobierno deja abierta la puerta a extender esta formación obligatoria a una parte importante del total de animales de compañía registrados en España, lo que podría reavivar la polémica.

Sobre el autor